Perotti destacó el trabajo conjunto con Entre Ríos en el combate de incendios en las islas del Delta

Luego de compartir una actividad conjunta en Rosario con el gobernador de Entre Ríos, Perotti destacó que «como elemento positivo este año tenemos un mayor conocimiento del comportamiento del fuego, para no subestimar los tiempos, el accionar coordinado entre todos, personal de las fuerzas de Protección Civil, Defensa Civil y brigadistas de ambas provincias y la nación más capacitado. Esto se suma a la detección temprana a partir de los faros de conservación instalados».

Además, indicó que, “sobrevolando la zona se puede corroborar la dimensión de lo que hay que enfrentar cuando se despliega un incendio, frente a la escasez de agua, frente a la bajante enorme del río Paraná”.

Luego expresó que «el año pasado Rosario sufrió por los incendios del lado entrerriano, de la misma manera que Paraná sufrió el humo de incendios en islas santafecinas. Se sufre mucho cuando los equipos comunes de la Nación y las provincias terminan de apagar un foco y parece increíble, pero a las horas o al otro día tenemos otros en distintos lugares”.

También dijo que muchos incendios “tienen intencionalidad por los rastros que quedan y la forma que toma el fuego, según lo planteado por los expertos”.

Perotti consideró que los tiempos de la Justicia «no son los que a uno le gustarían en estos temas porque cuando uno comete una infracción y la sanción está tan lejos del momento en que se produjo, la sensación de impunidad o de que no se hace nada, queda vigente. En estos casos una sanción ejemplar ayudaría claramente a la conducta y los cuidados, no siempre hay intencionalidad pero muchas veces hay descuidos. Acortar los plazos entre el hecho y la sanción es la mejor señal para generar un criterio de cuidado, de creencia real en la presencia de la justicia en tiempo y forma».

Finalmente, resaltó que «estamos en el bienio de mayor bajante en la historia desde que se tienen registros, 1884. Estos dos años son los más bajos en la historia desde que se mide la altura de los ríos. Se necesitan de lluvias que cubran los reservorios de agua, desde el Paraná hacia arriba, desde el Paraguay. El único que conserva reservas es el río Iguazú por su capacidad más pequeña y es el que incorpora en algunos momentos algún aliciente».

 

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