Peronistas y radicales no gobiernan, hacen negocios

Formuló esta y otras apreciaciones en una entrevista concedida al Semanario Análisis
-¿Cómo ha visto estos casi 120 días de gobierno de Jorge Busti?
-Como los otros cientos que vendrán, como los cientos anteriores a estos últimos. ¿En qué se diferencian los cientos de Busti de los cientos de Montiel, de los de Moine, de los de Busti antes, de los de Montiel antes?: en la anécdota y en lo circunstancial, porque no son gobiernos sino gestiones. Se me ocurre que no es por simple modismo que hace tiempo se ha dado en llamar así lo que antes se llamaban gobiernos. No vienen a gobernar, porque del justicialismo y del radicalismo no restan sino estructuras vacías incapaces de hacerlo. Vienen a hacer lo único que saben: a gestionar desde el poder negocios para sus cúpulas, pero carecen de autoridad para lo que se debe hacer, que es el ayudar a crecer. De allí que no existan políticas de Estado que nos permitan avizorar hacia donde vamos. ¿Qué hay y qué hubo sobre educación, trabajo, culturización, salud, conservación y aprovechamiento de los recursos naturales, desarrollo vial, vivienda, producción y vida rural, industrialización, distribución de la riqueza, en fin… desarrollo personal y familiar empezando por los más desamparados?. Sólo va a encontrar asistencialismo, dirigido a la destrucción del asistido y al pillaje del asistente. Y después va a encontrar de todo: desde la timba compartida con los mafiosos del juego hasta los contratados truchos; desde la inseguridad hasta la violencia y la delincuencia policial, desde la tortura hasta la muerte, desde la marginación de los de abajo hasta el robo escandaloso en las cúpulas. ¿Qué quiere que vea del antes y del ahora?: sólo que continuamos en caída libre.

-Si hubiese seguido como fiscal de Investigaciones Administrativas, ¿sobre que puntos hubiera avanzado en esta gestión de Busti?
-Piense que en la FIA, haciendo un cálculo rápido pero no errado, tuvimos tiempo de profundizar lo suficiente en el quince por ciento de los casos más importantes. En sus oficinas quedó un material valiosísimo en el que sería indispensable continuar. Al margen de eso, le confieso que, personalmente, me habría interesado continuar la investigación en la Legislatura, especialmente en Diputados, pero sin dejar el Senado; en el vaciamiento de la Dirección Provincial de Vialidad y, fundamentalmente, profundizar en la Unidad Ejecutora Provincial, esa especie de absurdo gobierno paralelo, de dimensiones y trascendencia insospechadas.

-¿Hubo algún elemento que lo haya sorprendido desde Busti, en el sentido de la transparencia?
-No he advertido nada que pueda siquiera aproximarse al sentido de la transparencia. Por el contrario, existen razones para pensar que seguirá tan oscuro como siempre. Pero no me interprete mal…conozco mi deber de creer que todo hombre tiene siempre muy a mano la oportunidad de cambiar. Para varios ésta puede ser la última para empezar a devolver… Por el bien de ellos mismos, y de todos, no puedo dejar de esperar que lo hagan.

-¿Por qué cree que, pese al paso del tiempo, este gobierno no conformó aún la Oficina Anticorrupción?
-Porque no le interesa este tipo de organismos en tanto puedan serlo en serio, de lo contrario hubiera mantenido, aún reformado, el ya montado que eliminó. Pero puede crearla mañana mismo, será nada más que un gesto. Probablemente no haya encontrado a nadie de cierta relevancia que se anime a comprometerse en lo payasesco.

-En los primeros meses de gestión, ¿ha detectado síntomas de corrupción en el Estado Provincial? ¿Dónde?
-Más allá de que pienso que el bustismo es la corrupción instalada en el poder, no me dedico desde lo privado a hacer investigaciones. Pero supongo que no se deben haber producido. De lo contrario, en más de cien días no pudieron haber pasado desapercibidas al Tribunal de Cuentas, ¿no le parece?.

-¿Pero hasta dónde tiene margen Busti de no controlar los nichos de corrupción, siendo que el Presidente Kirchner hace una apuesta fuerte a la transparencia? ¿No considera que puede haber una fuerte colisión con los preceptos del gobierno nacional si el gobernador no cambia en este sentido?
-Algunas personas que respeto siguen empecinadas en creer que Kirchner no es Kirchner. Me he detenido en saber quien es y humildemente disiento. Todavía recuerdo su estampa en el acto de Cerrito, con Jorge Busti de un lado y Sergio Urribarri del otro, diciendo que iba a “barrer con una escoba la corrupción”. Dije en ese entonces a alguien que no era así como se limpiaba la corrupción, que en todo caso tenía que haber empezado allí mismo a los escobazos. El Presidente es el hombre de los gestos escénicos y no tiene otra mira que la de gestionar el mayor poder posible, como le dije al principio, pero no para gobernar y construir el país solidario de los argentinos; si tiene alguna colisión con Busti o con cualquier otro lo será en esa línea.

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