El titular de la Departamental de Policía sostuvo que Solís, con las denuncias que ha promovido, “ha llevado a una situación engorrosa, principalmente con los vecinos, que terminaron hiriéndolo con arma de fuego”. Sin justificarlo, Pereyra dio a entender que el disparo de Carreras se debió a que Solís “cotidianamente lo denunciaba públicamente”. “Hay gente que reacciona de una manera y hay gente que reacciona de otra”, explicó al programa “Despertá con nosotros” (Radio Activa).
Asimismo, expresó que el relevo no debe analizarse como si se le otorgase fundamento a la denuncia. “Es para que haya transparencia. Creo que el jefe de Comisaría ha colaborado en la resolución de los casos más importantes de Concordia de los últimos tiempos; ha dado todo de sí para cumplir sus tareas. Es totalmente injusto que se haga una acusación así”. Pereyra indicó que en la causa actúa el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay.
Droga y delito
El jefe policial indicó que la ley establece un procedimiento “engorroso” para detener a quienes comercializan drogas prohibidas. “El código de procedimiento federal exige a la autoridad competente exige un estado de sospecha objetiva, y el estado de sospecha objetiva es demostrarle al juez durante un tiempo prolongado que una persona comercializa drogas. Eso equivale a estar viendo, observando, filmando permanentemente hasta detectar que efectivamente comercia drogas”.
Pereyra expresó que no se puede invadir una propiedad por el sólo hecho de una sospecha. “Eso lleva demasiado tiempo y con el tiempo que se pierde, se van tejiendo nuevos vendedores y se hace todo muy complicado para llegar a detenerlo”, añadió.
El titular de la Departamental de Policía indicó que lo apropiado es controlar las fronteras porque una vez que la droga cruzó, “se atomiza en todos los pueblitos y ciudades del país”. Además, tiene su correlato en la delincuencia común. “Los jóvenes, para poder comprar la droga, tienen que estar delinquiendo”, indicó.
Por último, acotó que el 95 % de los hechos delictivos en la ciudad los cometen menores de edad, entre 14 y 18 años. “Eso habla a las claras que ha avanzado, le abre las puertas al tema de la droga”.