El domingo pasado en Playa Perdices, la anteúltima antes de llegar al extremo norte donde se encuentra Península Soler, los guardavidas debieron dejar de atender lo que sucedía en el agua para apagar el fuego que habían encendido en un árbol algunos turistas. “Decí que no había viento. Si llegaba a agarra las chalas de los eucaliptales, al otro lado de la ruta, no lo parás más. Hay un riesgo de incendio altísimo porque estamos en el momento de mayor sequía, imagínate si agarra el colchón de chalas de los eucaliptus”, dijo.
No fue un hecho aislado dado que el Lago “desde hace dos o tres años es un descontrol total”, indicó. “Hacen asado al pie de los árboles, los han ido quemando. Mantienen las brasas vivas adentro de los árboles para que no se les apague. En algunos el hueco es tan grande que hacen el asado dentro del hueco. Como si fuera un hornito pero vivo”, dijo dado que los árboles no están secos.
De hecho, Penco mencionó que hay 15 árboles quemados en esa playa superficialmente pero no están secos todavía. Cuando ello suceda, los eucaliptus se pueden caer encima de un auto o de algún visitante provocando un “desastre”.
No es tarea de los guardavidas cuidar los recursos naturales. Pero, en ocasiones, cuando lo han hecho advirtiendo que no se debe encender fuegos fuera de las parrillas, dijo que los maltratan o les contestan mal lo que genera conflictos.
“Las parrillas que había las sacaron; están todas tiradas, arrumbadas, al costado del pinar del hotel Ayuí. Los bancos de cemento están tirados ahí, las mesitas de cemento están tiradas ahí. Los baños dobles que están tiradas en Playa Perdices están tirados ahí. Playa Perdices no tiene baños”, sostuvo Penco.
En Playa Sol sólo hay baños químicos. Dos cubículos ubicados a la entrada, a 300 metros de la playa, y otro solitario ubicado cerca del agua para los guardavidas para no dejar de vigilar las playas. Pero el estado de higiene de los mismos deja mucho que desear. “La empresa no hace el servicio de mantenimiento. Nadie evacua los depósitos que están llenos el día lunes”, dijo.
“Un sábado de tarde o un domingo de tarde ves los baños de las mujeres, sobre la ruta, colas de 15 o 20 mujeres al rayo del sol”, dijo. “Falta un cuerpo de sanitarios acorde a la afluencia de gente que viene al Lago que viene gente todo el año”, recalcó. Penco dijo que esa playa recibe centenares de visitantes cada tarde. De hecho, un domingo de calor pueden llegar a estar “50.000 personas” en el Lago.
“Desde hace tres años la desidia y el abandono del Lago no tiene nombre”, dijo. Penco dijo que nunca ven a los funcionarios municipales o provinciales recorriendo o pasando la tarde en una playa de la ciudad. “Fijate si hay algún posteo de algún funcionario disfrutando o veraneando en las playas de Concordia. Si alguien llega a postear en su Facebook, como hacen con fotos de Brasil o los lugares donde van, fotos de una playa de Concordia, yo pido disculpas públicamente”, sostuvo.
“Acá lo único que funciona es el Carnaval. El día que los funcionarios públicos provinciales y municipales caigan en la desgracia de tener que sufrir con sus familias un día de playa en las playas de Concordia, a lo mejor esto puede empezar a mejorar”, reflexionó.