Durante este año se han escuchado y leído sentencias tipo: “…nuestro fútbol se ha recuperado después de mucho tiempo….”, vertidas, principalmente, por dirigentes y algunos periodistas. Nos preguntamos si realmente es así.
Si nos remitimos a la concurrencia de público a las canchas, esta sigue siendo tan pálida como viene ocurriendo desde hace muchos años, siendo la excepción cada vez que juega el equipo de La Bianca cuando la cancha se llena y el estadio del Club Libertad cobra vida, aunque sea sólo por un par de horas.
Otras hinchadas que también le dan un poco de color a los estadios son, sin duda, las de Santa María y Colegiales, parcialidades rivales que, en más de una oportunidad en la que se enfrentaron, llegaron a convocar más presencia policial que hinchas, debido a los varios antecedentes en los que todo ese color y algarabía que aportan al espectáculo se vio opacado por actos de violencia.
Otra frase recurrente es la de “ya no hay déficit”, en referencia a la fechas que cada fin de semana se juegan. Los cálculos más optimistas estiman que concurren un promedio de mil espectadores por cancha los fines de semana, pero decir que no hay déficit porque con la recaudación de la entrada se puede cubrir los gastos de policía y árbitros no parece un buen parámetro para asegurar que el fútbol de Concordia está recuperado económicamente.
La presencia de 18 equipos en el certamen local sí es algo alentador, pero si consideramos que la mitad de ellos no están en el nivel de los demás y que esto ocasiona campeonatos excesivamente largos y que la mayoría de los partidos jugados por estos equipos no atraen en absoluto la presencia del público y mucho menos generan un espectáculo digno de ver, tampoco nos permite aseverar que el fútbol de Concordia haya recuperado emoción y calidad en el juego.
La violencia es también moneda corriente en nuestro fútbol local y el actual certamen ha tenido sus “perlas negras”. Ejemplo de esto fue la batalla que se desató en cancha de Nébel hace un tiempo atrás entre la parcialidad local y la de La Bianca. Batalla en la que participaron activamente jugadores de ambos equipos. Lo curioso del reciente hecho es que se “suspendió” la cancha hasta tanto se instale un alambrado olímpico que separe al público de los jugadores en el trayecto de los vestuarios a la cancha. Dicho alambrado fue instalado, pero con la particularidad de que por ambos extremos del mismo se puede acceder al otro lado. Digamos que en la actualidad, el alambrado, forma parte del decorado de la cancha de Nébel y no logra cumplir con la función para la que fue instalado.
Para la Liga, con tal de no tener que tomar una decisión importante en esta gestión como seria la obvia suspensión de la cancha, la obra se culminó correctamente. Muchos allegados al deporte se preguntaban socarronamente si Larrocca, el perpetuo presidente de la Liga, no va nunca a la cancha. (Quizás sólo no ha tenido tiempo de ir a la cancha de Nébel). Los más “insidiosos” se preguntan si nadie de la CD de la liga tuvo tiempo de ir a la cancha de Nébel a verificar la obra.
La respuesta de la liga, ante tanta gente que exigía soluciones inmediatas a los problemas de violencia en cancha de Nebel, fue que “como los incidentes fueron fuera del campo de juego no es jurisdicción para poder intervenir”. No se sancionó a nadie y todo siguió como era: tierra de nadie.
El caso de la cancha de Nébel es sólo un ejemplo para puntualizar la violencia que se vive en el fútbol. Actualmente la gente del barrio está trabajando con mucho esfuerzo para levantar de a poco la infraestructura de su cancha.
Otros casos también se han dado en cancha de La Bianca donde el año pasado la hinchada de Colegiales agredió con un piedrazo al árbitro. El hecho produjo el fin de la programación de partidos de primera división en esa cancha. Una sanción muy dura y extrema si se considera, como dijimos, que la batalla campal en cancha de Nebel apenas ameritó que se instale un alambrado que no sirve para nada.
Muchos se preguntan si no sería mejor quitarles puntos al equipo que sea alentado por hinchadas violentas en lugar de suspender las canchas. Pero los mismos que se hacen estos cuestionamientos tampoco imaginan que el tribunal de disciplina de la liga le quite puntos a, por ejemplo, Colegiales. “Todo sea por un voto”, comentan algunos por lo bajo.
Dice el refrán que el hilo siempre se corta por lo más fino: ¿Será que La Bianca es opositor al presidente de la Liga Concordiense de Fútbol, Julio Larrocca, y Nebel no?
Siguiendo con esta peculiar ecuación (violencia / política = todo queda en la nada), en cancha de Libertad han agredido en innumerables oportunidades a los asistentes que trabajan sobre el lateral que da a la costanera. Por qué no se suspendió la cancha de Libertad se preguntan muchos. (“Ya tenemos dos votos” calculan otros)
Perpetuarse en el poder debe tener muchas ventajas como la de no dejar lugar a que alguien venga para investigar a “fondo” que pasó con los “fondos” del estadio.
En definitiva hay muchas cosas que aun siguen mal en el fútbol de Concordia, muchas cosas que no quieren cambiarse, porque a algunos no les conviene que se cambien. Si se tomaran medidas de seguridad realmente útiles, estas serian costosas y “volvería a ser deficitario”, entonces, dejémosla así y roguemos que no pase nada.
Pero no todas son sombras las que refleja el espejo: En este maravilloso y popular deporte que despierta pasiones jamás imaginadas, existen personas que hacen mucho para que esto funcione, hacen lo que esté a su alcance y a veces hasta invierten en el fútbol lo que no tienen para sus propias familias. Existen dirigentes que como sea consiguen una copa de leche para que lo chicos desayunen antes de las infantiles de los domingos a la mañana o coman algún bollo finalizado los partidos del sábado, que consiguen medias y botines, que quitan tiempo muy valioso a sus familias, que usan sus propios vehículos para llevar y traer a los jugadores a la canchas. Dirigentes que han sabido marginar jugadores que no iban a “jugar al fútbol” sino a “romper rivales”, cuestión que se ha notado mucho en este campeonato.
En el fútbol de Concordia hay mucho por hacer para poder llegar a hablar de “recuperación”. Las decisiones más importantes no se han tomado todavía. Está en los dirigentes dejar de lado sus propias ambiciones y convencerse de que para que el fútbol local realmente levante deberán trabajar todos juntos sin celos, envidias, ni intereses mezquinos. Ambiciones y envidias que han determinado que para el próximo ARGENTINO C participen 3 equipos de Concordia, algo jamás pensado por nadie del ambiente cuando en los últimos años lo único que se vieron fueron fracasos y apenas iban uno o dos equipos al torneo.
Tal vez crean que así, otorgando más plazas, mayores serán las probabilidades de “llegar” quién sabe dónde… ¿A la próxima reelección?
N del R: agradezco a las personas estrechamente vinculadas con la práctica de este deporte que, con sincero afán de que el fútbol local alcance el esplendor de antaño, colaboraron con la realización de esta nota.