Peligro: Corredores de Reyes y golpe de calor

El periodo más crítico y peligroso para los deportistas esporádicos llega con las altas temperaturas, que suelen producirse diciembre, enero y febrero. Las condiciones de calor y humedad, las exigencias de los entrenamientos y el estado físico con el que llegan los atletas aumentan el riesgo de que sufran un golpe de calor. La temperatura corporal depende de la intensidad y la duración del ejercicio, de la ropa que lleve el deportista, de las prendas protectoras y de las condiciones ambientales, destaca el deportologo Oscar Mendoza. En primer lugar, es importante realizar exámenes médicos exhaustivos antes de empezar a hacer deporte de forma moderada. Las enfermedades cardiacas, la anemia celular y los incidentes previos producidos por el calor aumentan el riesgo de sufrir un accidente. La necesidad de que el deportista permanezca bien hidratado y alimentado y que vigile su temperatura corporal. 

El sábado, según el Servicio Meteorológico Nacional se espera que la temperatura máxima alcance los 39 grados en Concordia, por lo que desde la organización de la Maratón Internacional de Reyes, especula con modificar el horario de largada. Esta carrera se caracteriza por generar ansias de participación de la mayoría de los concordienses por lo que en estos meses es común que aparezcan personas con escasa preparación física, e incluso que nunca antes había corrido. 

CAUSAS DEL GOLPE DE CALOR
El depórtologo, explica, que el Golpe de calor, se produce cuando el organismo produce una cantidad de calor que no es eliminable por los sistemas de refrigeración del organismo, sea por la dilatación de los vasos sanguíneos superficiales, sudoración y respiración. Puede pasar porque la producción de calor corporal es excesiva, porque la temperatura ambiente es muy elevada o bien porque los mecanismos de eliminación de calor no funcionan correctamente, aunque lo más habitual es que sea por la combinación de estos tres factores.

Las temperaturas extremas producen un aumento de la transpiración por la piel (sudor) y evaporación de agua por la respiración. Ello conduce a una pérdida importante de líquidos y de sales minerales que el organismo necesita para funcionar correctamente. Si las pérdidas de líquido y de sales minerales no se reponen a medida que se van perdiendo, puede sobrevenir una situación de deshidratación, con importantes consecuencias para la salud que pueden ser eventualmente graves. 

También el aumento de la temperatura ambiental produce efectos directos sobre la circulación: La sangre venosa se estanca y circula con dificultad. Por su parte, el corazón y las arterias tienen la misma tendencia a dilatarse y a impedir que la sangre oxigenada llegue correctamente a los tejidos. El calor sofocante también afecta al aparato respiratorio, que no puede recibir todo el oxígeno necesario para un correcto intercambio de oxígeno en la sangre. Todo ello produce una falta de riego y de oxigenación, que puede conducir a un estado de grave fatiga, a desmayos o a situaciones mucho más graves de compromiso cardio-respiratorio, que pueden poner en peligro la vida de algunas personas.

DESHIDRATACIÓN
Los deportistas pueden llegar a sudar 1-2 litros por hora cuando realizan ejercicio en el calor y la mayoría beben menos de lo que sudan. El resultado es que se deshidratan. Una deshidratación de tan sólo una pérdida del 2% del peso corporal inicial y disminuye la función cardiaca y el volumen sistólico. Con la deshidratación la percepción del esfuerzo para una carga de trabajo aumenta, así como disminuye la agudeza mental, la fuerza de voluntad, y la potencia y resistencia muscular. Es decir una persona deshidratada toma calor más rapido, manifiesta Oscar Mendoza. 

Por otro lado: “Los deportistas excedidos en peso son más propensos al golpe de calor”. Agrega: “La grasa es una carga extra que hace que incremente la producción de calor, lo que puede llevar al golpe de calor por esfuerzo”. 

Específicamente la aptitud física aeróbica, conlleva algunos de los mismos beneficios fisiológicos que se dan con la aclimatación al calor. “Es decir que quienes entrenaron más, estarán en mejores condiciones para resistir la temperatura”.

PREVENIR
Los signos iniciales a detectar para prevenir el desarrollo del golpe de calor pueden incluir: irritabilidad, desorientación, apatía, agresión, inestabilidad emocional o conducta irracional. El aturdimiento, la fatiga desmedida y los vómitos son parte de estos síntomas iniciales. Paradójicamente, los escalofríos y la piel de gallina son señales comunes, pues indican un corte en la circulación cutánea, anunciando un incremento más rápido de la temperatura. El corredor puede hiperventilar, para despedir el calor; lo cual puede causar hormigueo en los dedos como preludio al desmayo, indica el médico. 

“La descoordinación y el tambaleo son síntomas finales, seguidos de desmayo, convulsiones y/o coma. Cuando sucede el desmayo, como sucedió con Enrique Costa, en la edición anterior, más aún teniendo en cuenta que él es una persona entrenada, un atleta de elite, preparado para eso. Es el ejemplo claro de lo que puede provocar la deshidratación”, explica el deportologo. Además dice: “La temperatura corporal puede ser de 42,2ºC o más alta”.

“Cuanto más frescos se mantengan los deportistas mejor. Si la temperatura ambiental es alta, hay que reducir la intensidad”.  “En las carreras en asfalto caliente los consejos son: manténgase hidratado, corra a un ritmo asequible evitando sprints largos, "escuche" a su cuerpo y busque ayuda al comenzar con los síntomas”, destaca. 

“HAY QUE ESTAR PREPARADO”
Además, el médico recomienda: “El calor elevado puede sobrepasar incluso a los atletas entrenados como el ejemplo que venimos dando; los más entrenados e hidratados. Una o dos semanas de actividad física moderada en el calor, por ejemplo 30-45 minutos al día de carrera suave, pueden ser un buen comienzo de la aclimatación al calor. Expóngase racionalmente al calor para conocerse, para saber cómo funciona su cuerpo o cuanto resiste”. 

La conducta fuera del terreno deportivo también influye en el golpe de calor. Los deportistas que duermen mal o son más propensos a padecer el golpe de calor, que toman medicamentos o que se alimentan mal antes. “Es recomendable que consuman carbohidratos en el almuerzo previo o algo más calórico horas antes de la larga”, culminó.

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