Además Zabaleta dijo que el policía que acompañaba al suboficial imputado por el homicidio, Elbio Acosta, no vio durante la persecución no vio armados a los Briozzi. "No vio una exhibición ni mucho menos una utilización de armas", dijo.
El arma estaba en la alfombra del acompañante cuando llegó Zabaleta y el fiscal la vio. “El protocolo establece que no se debe tocar la escena del crimen hasta que yo llegue”, dijo. Y negó que estuviese en el capot de la camioneta sino que fue colocada allí por razones operativas. De todas maneras dijo que había que restarle importancia a la aparición del revólver.
Por otra parte, el fiscal reiteró que no fue identificada la mujer que dijo a los policías que vio un arma en poder de los ocupantes de la camioneta.
Además el lunes pasado, durante la realización de la audiencia de prisión preventiva, dijo que había sospechas de la presencia de una tercera persona en el vehículo por la aparición de dos camperas de hombre y una de mujer
“No fue una versión de la policía”, aclaró. Zabaleta sostuvo que tenía que constatar la existencia de otras personas en el vehículo. De comprobar la presencia de un tercer ocupante del vehículo, tenía que proteger su identidad para que declare. Por ello era necesario el dictado de la prisión preventiva.
Cuando llegó al lugar, el fiscal vio las cuatro puertas abiertas del vehículo y pensó que había alguien más. “Me entreviste con el chico que me dijo que venía alguien más pero no me pudo decir quién era”, señaló. Pero dijo que en ese momento el testigo estaba muy confundido. Además, de acuerdo a las últimas conversaciones que mantuvo Zabaleta con los padres, se cayó esa hipótesis.
Además dijo que ya fue constatado que la camioneta, una Chery Tiggo, ni el patrullero tenían rayón ni golpe alguno que diera cuenta de la persecución.
Respecto del impacto en el vidrio de la camioneta, se observaba una traza más bien sesgado que redondo pero aclaró que no es perito balístico para determinar si el disparo fue realizado a corta distancia.