El aspecto que tenía la zona antes de la remodelación era de malezas, residuos, abandono y desolación. Un curso de agua rodeado de pastizales y basura hasta su desembocadura. La aparición de bolsas de desperdicios dispersas en la zona puede sentar un antecedente penoso para el paseo. “Me dio una bronca, recién vinieron en un 0 km. y tiraron una bolsa ahí, otra allá”, dijo el vecino. Las malas costumbres vuelven a aparecer cuando se notan los primeros signos de desidia en la zona.
El matrimonio aseguró que la limpieza se efectúa en forma parcial en la zona central del paseo, donde se observa el césped cortado al ras del suelo. Pero a medida que se aleja hacia calle Salta, no sólo hay yuyos sino hasta un cúmulo de bolsas de residuos quemadas sobre el sector donde había un basural antiguamente. “Antes venían un grupo de planes a limpiar pero desde hace un mes que no vienen más”, aclaró el matrimonio. No obstante, aclararon que no se encargaban de cortar el césped.
En la municipalidad aguardan que la obra, diseñada en dos etapas, que contempló una inversión de 25 millones de pesos, sea entregada por la empresa constructora para comenzar a limpiar. De hecho, aún no fue formalmente inaugurada. Hasta el momento, es la misma empresa la que se encarga de la tarea en forma parcial.
La culminación de la primera etapa permitió el saneamiento del arroyo a cielo abierto, con la recuperación de espacios verdes, el agregado de infraestructura pública como luminarias, bicisendas, repavimentación de algunas arterias que conectan con el lugar y creación de arterias nuevas.