Yánez comienza su actividad mañana reuniéndose con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el canciller Jorge Taiana. No se descartaba la posibilidad de que Yáñez sea recibido por el presidente Néstor Kirchner, quien solicitó la mediación en el conflicto de la corona española.
De hecho, ayer Buenos Aires y Montevideo volvieron a emitir señales divergentes acerca de las expectativas que ponen en cada gobierno sobre la mediación que tendrá a su cargo Yáñez.
Así, el encargado de negociaciones ambientales de la Cancillería, Raúl Estrada Oyuela, mostró su confianza en que la intervención de la Casa Real española contribuirá a la estrategia argentina de lograr que el Banco Mundial posponga el financiamiento solicitado por la firma finlandesa Botnia para concluir su planta.
«Confiamos en que el organismo postergue la decisión y tenemos tres buenas razones para sustentar esas expectativas: por los impresentables errores de la consultora que hizo el informe preliminar, porque creemos firmemente en la gestión de facilitación del rey de España y porque muchos representantes del Banco Mundial fueron sensibilizados por el planteo que está en La Haya», dijo Estrada Oyuela a LA NACION.
Sin embargo, desde la otra orilla otra vez volvieron a enviar señales de que la mediación real no hará cambiar la posición oficial del gobierno de Tabaré Vázquez.
Así lo manifestó el canciller de ese país, Reynaldo Gargano, quien volvió a insistir en que «la planta (de Botnia) se queda en el lugar, de eso no hay duda».
De esta manera, el jefe de la diplomacia uruguaya descartó que la tarea de Juan Carlos de España afecte la instalación de la pastera que construye la firma de capitales finlandeses sobre la margen derecha del río Uruguay.