Con la instalación de una “zona ejemplar de protección ambiental” en las inmediaciones de la planta, se buscaría atenuar el presunto impacto ecológico que provocaría en la región.
No obstante, el canciller oriental Reinaldo Gargano descartó la posibilidad, por lo menos cercana, de que sea esa la vía de solución del conflicto. “Mantenemos nuestra posición”, indicó Gargano y negó que haya habido conversaciones sobre este tema. Al mismo tiempo, agregó que Uruguay se encuentra en la misma senda que cuando la delegación volvió de Madrid, luego del encuentro con el facilitador y el rey Juan Carlos.
El embajador español había revelado la postura española de “generar un nuevo escenario en esa zona, que se convierta en un referente de protección medioambiental”. En cuanto a una posible integración de Finlandia al diálogo, Estrella ironizó con que “no caben más en el camarote”, aunque aseguró que “hay por parte del gobierno de Finlandia una voluntad de contribuir a solucionar el conflicto. Y algún gesto hace como demostrar que de un lago sobre el que funciona una papelera se puede tomar agua. Han empezado a entender que son parte de la solución”.
No obstante las declaraciones de Estrella, es sólo un deseo de acuerdo a lo manifestado por Gargano, quien incluso, apenas llegado de Madrid, había dicho que la zona de protección ambiental a cargo de un organismo internacional en los alrededores de la planta de Botnia, es “una invención” y que el facilitador nunca lo mencionó.