Las tratativas para esa posible reunión avanzaron ayer, justo cuando tras más de una semana de paro se retomaron en Fray Bentos las obras de construcción de la planta de Botnia y el mismo día en que el gobierno uruguayo dio luz verde a la tercera fábrica de celulosa, mediante la autorización ambiental correspondiente a la empresa sueca Stora-Enso.
El ex vicepresidente argentino Carlos «Chacho» Alvarez es el responsable de la organización del seminario, que se realizará el jueves y que contará con personalidades políticas del Cono Sur. Lo hace en su calidad de presidente del Comité de Representantes Permanentes del Mercosur.
Quedó confirmada la llegada a Uruguay para ese foro del ex presidente de Chile Ricardo Lagos (socialista) y del ministro secretario general de la Presidencia de Brasil, Luiz Duci. Por Uruguay participarán el canciller Reinaldo Gargano y el vicepresidente Rodolfo Nin Novoa (también presidente del Parlamento uruguayo).
«La llegada de la señora Kirchner está sujeta a lo que se sepa por la mañana», dijo una fuente del gobierno uruguayo, en alusión al fallo.
El presidente Tabaré Vázquez ha dado varias señales públicas de su voluntad de retomar el diálogo oficial con la Argentina, aunque siempre dijo que eso estaba condicionado al resultado del tribunal internacional y no quería que antes de eso hubiera actos formales de negociación.
Según las fuentes consultadas, eso no significó que se fuera «allanando el camino» por medio de «altos funcionarios diplomáticos» para que enseguida del resultado de La Haya «se pueda aprovechar el tiempo perdido».
Ayer Vázquez se reunió como lo hace habitualmente los lunes con todos sus ministros. Allí se informó que el Ministerio de Medio Ambiente otorgaba la autorización correspondiente para la planta de Stora-Enso, que se ubicará en el centro del país sobre el río Negro, que desemboca en el Uruguay. También se dio la autorización del Ministerio de Ganadería y Agricultura, que dirige el influyente jefe del Movimiento Tupamaro, José Mujica.
Stora-Enso informó que construirá una planta de celulosa y que su plan de forestación alcanza unas 100.000 hectáreas. La compañía sueca definió que se va a instalar sobre el río Negro, entre las ciudades de Paso de los Toros y San Gregorio de Polanco.
Mientras tanto, los obreros que construyen la planta de la finlandesa Botnia reanudaron ayer las obras que estuvieron detenidas por un conflicto con las empresas constructoras y la propia papelera por razones de seguridad. Tras un accidente con dos grúas, el sindicato consideró que no había condiciones para continuar.
«Se lograron las potestades a nuestros delegados de seguridad para suspender las tareas cuando haya obreros en situación de riesgo», declaró Fabián Gadea, vicepresidente del Sindicato Unico de la Construcción.
La preocupación mayor del sindicato ahora es la postergación hasta noviembre de obras de la española ENCE, porque muchos obreros que terminan sus tareas en Botnia tenían previsto «calzar» su período con el inicio de la construcción de la otra planta.
