En la escuela trabajan: “como podemos”, admitió la rectora. Tratan de organizarse de la mejor manera: se van rotando los alumnos al salón cuando tienen una materia específica mientras que las clases teóricas se imparten en las aulas. “Los chicos se acomodan a la emergencia. Siempre destacamos desde la conducción los alumnos que tenemos porque llevarlos de un lado al otro es complicado”, acotó la rectora. Cerca de 800 alumnos componen la matrícula del establecimiento escolar.
La escuela en su totalidad está muy deteriorada. “Los pisos son de madera y están todos huecos en algunos lugares y no puede andar; los techos cuando llueve se llueve en un lugar se tapa y se llueve en otro lado”, explicó. Algunos espacios de trabajo fueron adaptados a las necesidades educativas. “Donde había una biblioteca ahora tenemos una aulita. La biblioteca la tenemos en el salón de usos múltiples. Tenemos una sala de informática que tiene peligros por las goteras”, describió.
Todo deviene de un hecho incontrastable: la escuela fue ubicada en una casa de familia. Las aulas son de dimensiones reducidas y eso provoca que “no se pueda trabajar con un poco de tranquilidad y de espacio”. Los alumnos están todos “amontonaditos”. En cercanías del verano, se requiere la utilización de los ventiladores pero a veces no funcionan. “Están muy antiguos y hay que cambiar todo”, explicó Saíd. Asimismo, la ventilación natural es insuficiente. Las salas más amplias tienen problemas adicionales: una no tiene cielorraso. “El otro día tuvimos que llamar a Arquitectura porque tenemos murciélagos en un aula, hace mucho que están”, añadió.
El edificio diseñado incluye una estructura de dos plantas que incluye salones específicos para esculturas, pinturas. “No es una escuela común. Tiene espacios específicos por la modalidad”, indicó la rectora. “El último comentario en un diario es que nos nombró el gobernador de que se prevé que se va a construir. Pero no dice ni cuando ni cómo. Ese es el problema”, expresó.
En la comunidad educativa hay un ambiente tenso. “Es como que la conducción no hace nada, lo que pasa es que nosotros desde acá hacemos lo que podemos y tenemos que esperar las noticias que nos mandan: no nos queda otra”, explicó Saíd. La semana próxima se reunirá la cooperadora para exigir respuestas concretas acerca de la fecha de la licitación.
La escuelita de lata
El viernes pasado terminó el ciclo escolar 2009. Stella Maris Rivero, delegada de la escuela Nº 34 “Esteban Echeverría”, señaló que se trata de un momento de balances. “Nosotros seguimos en la misma escuela. Este último mes sufriendo y padeciendo el calor en un lugar donde tenés paredes de telgopor con aluminio es como estar dentro de una conservadora”, explicó. Además, se interrumpe el suministro de agua potable y de energía eléctrica porque “se sobrecargan los cables que están en malas condiciones”.
Los docentes terminan un nuevo año sin respuestas concretas, ni fechas de licitación. “Nada que nos de la tranquilidad de decir ‘es el último año que tenemos este material en la escuela y el año que viene seguro que vamos a tener la escuela nueva’. A pesar de que hemos hecho muchos esfuerzo con los padres, con el personal. La gente conoce hoy la escuela 34. Sabe que es la ‘escuelita de lata’”, expresó Rivero.
En este momento, desde el establecimiento esperan que desde la Nación les confirmen las fechas de inicio de obra, de licitación y la aprobación del proyecto. Es que la única posibilidad es que la escuela la construya la Nación porque desde la Provincia ya les avisaron que no hay presupuesto. “La aprobación no ha llegado. Las autoridades tanto de la Provincia como de la Departamental de Escuelas no se han hecho ver por la escuela ni han llamado par decirnos que está aprobado el proyecto y la escuela sale”. Lo último que recibieron, hace más de 60 días, es una notificación de un ministerio de la Nación solicitando algunos datos de catastro. “Se ve que ellos tienen que confirmar el estado legal del terreno y seguramente debe ser uno de los requisitos para dar el ok y aprobar el proyecto”, puntualizó Rivero. Antes de que finalice el año, van a solicitar a las autoridades de Arquitectura y de la Departamental de Escuelas es la elevación de un pedido de informes de la situación actual. Si bien ellos no lo tienen en sus manos, que busquen decirnos en que situación está la escuela”, precisó la delegada.
En la escuela son conscientes de que no soplarán vientos favorables para el emprendimiento de nuevas obras el año que viene. “Se agrava todo y parece que el nuevo argumento que va a servir a las autoridades para excusarse va a ser la crisis mundial. Nosotros estamos viendo que el año que viene va a ser un año muy difícil en todo lo económico”, sostuvo.
De todas formas, las docentes recalcan que si el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, hubiese adoptado la misma decisión que el Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, de prorrogar el ciclo lectivo por los paros “sería una cuestión mediática porque es imposible de llevarlo a cabo”. “Hoy, 5 de diciembre, acabamos las clases hoy y por grado hay dos o tres chicos”, expresó. “Ni bien saben que van a pasar de grado o que no iban a tener que recuperar ya dejan de venir porque en realidad es un suplicio estar en la escuela”, expresó.
Además de las aulas de cartón y lata, el patio está techado con chapas plásticas. “Con este sol tan fuerte hacía un efecto invernadero”, indicó. Dentro del aula, los ventiladores no se pueden encender porque “se cae el cielorraso”. “Si tenés dos, tres o cuatro no los pueden prender todos porque el cielorraso cede, se están cayendo las placas”, indicó.
Los cables que componen la instalación eléctrica si bien fueron reemplazados hace poco tiempo, “siguen siendo cables finos que con esta temperatura, se consume mucho más, se calienta mucho más y se terminan quemando y haciendo cortocircuitos”. Más consumo aún genera el aula informática que posee en su interior ocho computadoras. “Se tendrían que haber previstos las instalaciones y eso no se hizo”, añadió.
Cuando se cae la tensión, el motor de la bomba que extrae agua se apaga y no llega el líquido a los tanques. “Te quedás sin suministro en los baños a esta altura del año con 160 gurises que van al baño por turno”, indicó. “Si no hay soluciones, va a llegar el momento en que no vamos a poder dar más clases. Ya sea por el calo, el frío, la lluvia o lo que sea”, vaticinó la delegada docente.
Obras pendientes
• Escuela Nº 75 “2 de Abril”. nació en un centro evangélico en construcción. “Imaginate, terminábamos de dar clases y teníamos que correr los bancos para que funcionara el templo”, recordaba en 2007 su directora, Mónica Olavarriaga de Schoermann. Este año, la municipalidad les prestó las instalaciones del CDI Pierresteguy, ubicado en calle Gregoria Pérez al 1428. La escuela arrancó funcionando en Odiard y Dr. Florenza. “Nos habían dado en préstamo el local de un templo evangélico”, indicó la directora. En el recinto religioso funcionaba un jardín por la mañana y primer grado por la tarde. De noche, se retomaban las actividades de quienes profesan la fe evangélica. “Corríamos las mesas y poníamos el aula, y después sacábamos las mesas y era el templo”, dijo la directora.
• Escuela Media Nº 74 “J.J. Valle”. Dri negó que faltase el terreno para la construcción del edificio y puntualizaba que el terreno fue donado por la municipalidad y que ya se hicieron los trámites en la Provincia. “El trámite actualmente volvió de Provincia para que el intendente y el secretario de gobierno hagan el último aval y quede finiquitada la adquisición”, decía.
• Escuela Nº 76, Dri detallaba que: “está en proceso la compra del terreno, ya está el terreno identificado, ya se hizo la mensura así que esperamos que en estos días haya alguna respuesta”.
• Escuela “Nº 71 Independencia”. Dri dijo que “ya se hizo la licitación de las aulas y falta el decreto que autorice a la empresa a comenzar a trabajar”.
• Escuela Nº 69: “en cuanto a la ampliación, estábamos trabajando en estos días”, señalaba Dri.
• Escuela Nº 106: “es una escuela que está con el fondo fiduciario. Supongo que en algún momento tendremos la certeza de cuando se procederá a esa licitación”.
• Escuela de Benito Legerén: “a comienzos de este año comenzó la construcción de dos aulas. Espero que antes de la finalización de este ciclo lectivo esas aulas estén terminadas”.
• La escuela de nivel Medio de EGB 3 y Polimodal de la escuela Nº 9, “José María Gutiérrez”, comparte el edificio con la primaria. Fabián Pérez, director de EGB 3, dijo hace un año que la necesidad no sólo pasa por la conveniencia de separarse físicamente del ámbito de la escuela primaria, sino que además los alumnos de EGB 3 no tienen patio y sólo tienen el pasillo para distenderse en los recreos.