Este procedimiento estuvo acompañado por una importante cantidad de policías, que se ubicaron en los pasillos, en la puerta y alrededores del palacio de Tribunales. A los que se sumaban los que constantemente circulaban en los patrulleros y las motos de la fuerza.
Los implicados en la muerte de Balbuena ingresaron escoltados por otros efectivos, vestidos de civil y sin esposas.
En los pasillos del segundo piso de los tribunales de Concordia se concentraron una gran cantidad de familiares y amigos, tanto de las víctimas como también de los policías enjuiciados.