El exjefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Oscar Parrilli, se presentó este jueves ante la Comisión Bicameral de Control y Seguimiento de los Organismos de Inteligencia, donde denunció ser “víctima” de espionaje político.
Además, aportó documentación probatoria sobre los delitos que, él asegura, se cometieron contra su persona y negó haber “mandado a apretar jueces o fiscales”, como se escucha en el último audio que se difundió de una conversación entre él y la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
“He entregado documentación probatoria de lo que, yo considero, es uno de los casos de espionaje político que se ha llevado a cabo durante todo el año 2016, concretamente por parte de las autoridades del Poder Ejecutivo, y en este caso específico por la Agencia Federal de Inteligencia, en manos de Gustavo Arribas y Silvia Majdalani”, expresó el extitular del organismo al concluir la reunión.
Parrilli sostuvo que fue “víctima” de este hecho desde febrero hasta septiembre del año pasado y afirmó: “Todavía no sé si hay seguimiento de mi persona”. Detalló que en 2016 hubo una intervención en sus conversaciones telefónicas durante 120 días, en el marco de “una supuesta pre causa por un supuesto faltante de documentación que había en la AFI”.
En este sentido, dijo que cuando la causa concluyó “la jueza (María Romilda Servini de Cubría) ordenó la destrucción de la documentación”, pero esta no se realizó. Y continuó: “A los dos días habilitan de manera sorpresiva, inmediata, otra causa para intervenirme el teléfono” por 90 días.
Al igual que lo denunció ante el juez federal Rodolfo Canicoba Corral, Parrilli pidió a la Comisión Bicameral de Inteligencia que se investigue “porque se han cometidos los ilícitos de filtración de las comunicaciones, la no destrucción del material cuando hay jueces que han ordenado destruir filtraciones telefónicas que no llevaron a ningún lado”.
“Porque esto es todo parte de un espionaje político sobre mi persona y, en definitiva, sobre la expresidenta. Y en cuarto lugar, porque hay una tarea de inteligencia interna política llevada adelante por los organismos de inteligencia, y eso está prohibido por la ley”, agregó.
El exjefe de inteligencia acusó al Gobierno de “estar haciendo inteligencia interna sobre dirigentes políticos”. “Las víctimas en este momento somos nosotros, pero nada dice de que no lo estén haciendo sobre otros dirigentes políticos, sindicales o empresariales”, remarcó en declaraciones a la prensa y enfatizó que en la gestión kirchnerista “no se filtró ninguna pinchadura de teléfono”.
También cargó duro contra los fiscales Guillermo Marijuan y Germán Moldes, al decir que los considera “cómplices de esa maniobra delictiva”. “La paradoja es que he sido víctima de estos delitos y me denuncian a mí. Es como si al muerto lo acusan de haber matado. Yo fui víctima y ahora hay fiscales que me acusan a mí y me quieren meter preso”, manifestó.
Además se defendió de que la jueza Servini de Cubría y el juez Ariel Lijo “no encontraron nada delictivo” en las escuchas solicitadas y, en cambio, “(Marijuan) que no la conoce, ni vio la causa” pidió su detención “sin tener pruebas”.