TEXTUAL la nota enviada a DIARIOJUNIO
En el año 2003, cuando asumí como Intendente de San José, tomé la decisión de hacer un Complejo Termal en 40 hectáreas que pertenecen a la Municipalidad y que eran utilizadas para el denominado e histórico «Autódromo Salvia». La incomprensión y los palos en la rueda que nos fueron puestos fueron muchos, pero junto a mis concejales, los sorteamos uno a uno. Cabe recordar que las cotizaciones de los terrenos en esa época -de las inmobiliarias de la zona- ubicaban en los $10 el m2.
En el mes de octubre de 2004 se produjo el alumbramiento termal; el 10 de diciembre de ese año inauguramos el Complejo Provisorio y el 10 de diciembre de 2005 inauguramos el Complejo (definitivo) «Francisco Maximiano Tarabini» (nombre elegido en memoria del ex Intendente peronista durante el período ´73-´76, quien fuera pionero del turismo en la zona balnearia). En el mes de noviembre de 2007, mi gestión concesiona a los empresarios colonenses Viollaz todo el complejo y ellos, en su plan de obras, se comprometen en el plazo de cinco años realizar las obras que, a la postre -con la inauguración realizada el sábado pasado-, se hicieron en menos de dos años. Eso muestra la seriedad del concesionario y la continuidad de la gestión que, junto a mi grupo de hombres y mujeres iniciamos en 2003.
Hoy la realidad muestra que tuvimos razón desde el principio. Todos han hecho un gran negocio: la Caja de Jubilaciones porque se le entregó en propiedad lotes en termas a $100 el m2 por ordenanza aprobada por 2/3 del Honorable Concejo Deliberante y se le pagó la deuda histórica de más de 4 millones de pesos que administraciones anteriores habían acumulado. Hoy esos terrenos valen $ 400 el m2.
El erario Municipal también hizo un gran negocio porque los terrenos -más de 20 mil m2- han quedado en el haber. El complejo -concesionado en forma transparente- es de la Municipalidad, así como también las inversiones que se han hecho sobre el mismo.
Agradezco a los concesionarios que me hayan permitido recordar todas estas verdades, hoy, que «en la foto» se suman alegremente quienes han hecho todo y más para que el proyecto no se concrete o que la familia Viollaz no se haga cargo del complejo que todos admiran.
Y quiero repetir: a las grandes obras de las instituciones las sueñan los santos locos, las realizan los ejecutivos natos y las critican los imbéciles crónicos….algunos de éstos también estuvieron en la foto.