La empleada expresó que el adicional lo recibieron “en negro” desde marzo hasta diciembre de 2005. «No hay noticias ni novedades de cuando volverán a pagarlo. Lo que están sufriendo nuestras familias es desesperante, todo ha subido”, expresó.
El adicional por “incompatibilidad” se debe abonar para evitar que los empleados puedan trabajar en horas de la tarde en estudios de abogados, escribanos o martilleros porque “peligra la seguridad jurídica del Registro. La información podría salir afuera en beneficio de nuestros empleadores de la tarde”, dijo. Como ejemplo, citó que “hay mucha gente embargada, hay hipotecas, hay gente que quiere saber si tiene propiedades o no un tercero para poder embargarlos”.
Los empleados podrían suministrar la información a terceros para que estos últimos eviten el pago de los aranceles del Registro. “La búsqueda de dominios, por 20 años, sale $ 10, pero es por cada persona. Lo demás sigue subiendo, ponele hasta $ 50, $ 100, $ 200”.
El Registro sigue funcionando porque siete empleados atienden detrás del mostrador. “Lamentablemente estamos divididos entre dos gremios”, dijo. Pereyra aseguró que el resto de los empleados pertenecen a UPCN. Debido a que el secretario general de ese gremio, José Allende, ingresó en diciembre pasado en la Cámara de Diputados un proyecto que reconoce el adicional que reclaman, el gremio no avala el paro. Pero la empleada estimó que el tratamiento, la aprobación y la promulgación del proyecto insumirá, al menos, seis meses. “No sirve, necesitamos la plata hoy”, dijo.
Para Pereyra, estar de paro no es “una joda”. Indicó que cuando retornen, tendrán el “triple de trabajo”. “Es un trabajo que uno no puede hacer a la ligera, tiene que tener los cinco sentidos porque si hacemos algo mal, nos hacen un sumario y pagamos con lo poco que tenemos”, sostuvo.
Por último, pidió disculpas a la comunidad, y a los escribanos en particular. “Ellos no tienen la culpa. El paro lo hacemos contra el gobierno”, indicó.
