Gustavo Mecca, secretario de Educación de Agmer Concordia, explicó que en el sindicato estaban “muy contentos” con el nivel de acatamiento a pesar de los descuentos. “En la ciudad ha habido poco movimiento en lo que hace al ámbito docente-estudiantil. Me imagino que el gobierno tendrá en cuenta esto. Se ha mantenido en todo este tiempo a pesar de las amenazas y luego el descuento que se concretó en algunos docentes cuando cobraron el mes de agosto”, dijo.
En tanto, Gustavo Blanc, secretario general de Agmer Uruguay, explicó que el bajo nivel de acatamiento se produjo por los descuentos “abusivos y arbitrarios”. En esa ciudad, desde la Departamental de Escuelas se intima a los directivos a que en 24 horas informen sobre quienes adhieren a las huelgas. Cuando eso no sucedió, como el año pasado, “tomaron la decisión autoritaria de descontarles a todos los docentes”. Blanc explicó que los recortes alcanzaron incluso a docentes que habían ido a trabajar y a quienes estaban de licencia.
Hasta la fecha, esos descuentos no fueron devueltos. “Hicimos acciones judiciales que están en curso para obtener la devolución, por lo menos, de los descuentos de la gente que estaba de licencia”, dijo el gremialista.
En Gualeguaychú, la situación es muy similar. Oscar Ávila, secretario general de la seccional de Agmer de esa localidad, indicó que desde hace tiempo que vienen registrando porcentajes que rondan el 40 %. Y si bien históricamente en el departamento las medidas de fuerza solían tener mucha mayor adhesión, los descuentos han erosionado la sustentación de las huelgas en la base docente.
Los descuentos que se han practicado rondan entre los $ 600 y los $ 900. “En cada una de las asambleas que los docentes hacen acá, los compañeros manifiestan lo que son los descuentos. Por supuesto que eso hace que al momento de tomar una definición, en un sueldo de $ 2300 que te falten $ 900 te imaginás. Sobretodo porque hay muchos docentes que son sostenes de familia”, argumentó Ávila. Incluso, un relevamiento realizado en esa ciudad reveló que muchos docentes alquilan en una ciudad donde rentar un inmueble no baja de los $ 1200 o $ 1300, dijo el gremialista.
Más adelante, el secretario general de Agmer Gualeguaychú razonó acerca de la necesidad de seguir manifestando el disconformismo por la situación pero por otra vía dado que “no pueden ponerle el cuerpo por los descuentos”. “Ellos traen acá propuestas de volanteadas que hemos hecho. Hoy estuvimos en la puerta de una escuela para empezar a mostrar en cada escuela lo que está pasando”, indicçó.
Por otra parte, Mecca señaló que las declaraciones del gobernador Sergio Urribarri efectuadas el viernes pasado, descartando la posibilidad de aumentar el sueldo a los empleados públicos, fue sorpresiva. “A diario salen a decir que la recaudación ha aumentado”, indicó. Además dijo que la última suba, otorgada en marzo, fue “licuada por la inflación”.
Ávila se mostró esperanzado de que, en vísperas de elecciones, llegue el incremento exigido. “Nosotros estimamos que esta situación previa a las elecciones quizás haya algún anuncio unilateral tal como el gobierno nos tiene acostumbrados. Estimamos que en el ejercicio que tenemos de ver que hay plata previo a una elección, quizás la haya antes del 23 de octubre”, razonó.
En tanto, Blanc dijo estar convencido de que los descuentos sirven para desviar la atención de dos ejes centrales: el reclamo salarial y mayor presupuesto para la escuela pública. Respecto de lo salarial, explicó que el pedido de un 25 % de aumento es equivalente al porcentaje que se otorgó recientemente en el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil. “Eso creemos que significa un reconocimiento implícito de la inflación”, dijo.
Paralelamente, Blanc señaló que el Estado debe hacerse cargo de pagar servicios tales como Internet, teléfono y gas natural en las escuelas; servicio de emergencias médicas para los alumnos, incrementar las partidas de limpieza dado que son “totalmente insuficientes”. Hay establecimiento de 700 alumnos que reciben $ 90 ($ 0,12 por alumno) en forma periódica y además no lo reciben todos los meses. Blanc explicó que la educación pública deja de ser “igualitaria” en las escuelas que tienen cooperadoras que no pueden hacerse cargo de todos los gastos que requiere el establecimiento.