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Paraná: un desocupado se encadenó en la Catedral

Desde 2003, Salvador se encuentra sin trabajo. Ante esta situación, se encadenó ayer a las 4 de la mañana, en la Catedral Metropolitana, con la intención, incluso, de iniciar una huelga de hambre. Su familia lo acompañó durante la protesta. A las cinco de la mañana se hizo presente en el lugar el intendente municipal Julio Solanas, y una hora más tarde llegó el gobernador Jorge Busti.
El encadenado mantuvo un diálogo con los mandatarios y depuso su actitud tras escuchar la promesa de que en el día le realizarían los trámites para otorgarle un contrato de servicios y le construirían una vivienda en un terreno municipal ubicado en avenida Zanni.
Hasta 2003, Salvador se desempeñó en Instituto de Ayuda Financiera y Acción Social (Iafas) en el área de Mantenimiento, pero con el cambio de gobierno rescindieron su contrato.Desde ese momento, comenzó a hacer changas y trabajos de carpintería, pero los empleos eran esporádicos y no era suficiente el ingreso económico para mantener su familia.
Salvador es oriundo de la ciudad y tiene dos hijos: uno de 6 y otra de 15 años. Junto a su esposa y los chicos vive desde hace seis años en la casa de un amigo, en Zanni y Jorge Newbery.
El 12 de octubre de 2004 la persona que le cedió a préstamo la vivienda requirió su devolución. “En un momento me pidió el desalojo, y tenía razón porque la necesitaba”, comentó.
Salvador relató que desde el 12 de octubre de 2004 comenzó a golpear puertas de las distintas dependencias gubernamentales tanto municipales como provinciales, e incluso de Cáritas. “Me cansé de que me hicieran tantos cuentos, nadie me daba bolilla”, mencionó.

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