El hijo de la denunciante hace un par de años “sufrió este problema, cuando siendo bebé lo afectó una bacteria intrahospitalaria en el San Roque. Esta bacteria le carcomió las articulaciones de las rodillas y la cadera, y hoy me dicen que no existe en el mundo algo que sirva para solucionar su situación y revertirla”, comenzó diciendo Virginia.
El 1º de agosto de 2005 se acercó una persona quien dijo pertenecer a Bienestar Social, ofreciéndole hacer una campaña de apoyo, mencionando que pertenecía a una fundación llamada “Renacer”. “Yo necesitaba ese apoyo, y para posibilitarles la tarea de buscar aportes de personas que quisieran colaborar con los costos, que en ese momento podríamos llegar a tener en caso de viajar para alguna intervención o para prótesis, de ser necesarias, les facilité la documentación médica del nene y mi autorización”, contó.
Al principio parecía que todo se encaminaba a darle el respiro que Virginia necesitaba. “Durante cuatro semanas me entregaron 150 pesos para medicamentos y traslados, que era lo pactado, además de, llegado el caso, la obtención de alguna prótesis. Pero después de esas semanas desaparecieron y nunca más se contactaron conmigo”, relató.
Marchi, oriunda de San Javier, provincia de Santa Fe, tuvo noticias de que en su ciudad natal, recolectaron dinero de particulares y de la Municipalidad. “Ahí reparé que era un ardid para apelar a la sensibilidad de los que conocen a la familia de uno. Ahí me di cuenta de que ya estaban estafando a la gente usando el nombre y la carita de mi bebé, y me decidí por todos los medios a parar lo que esta gente estaba haciendo”.
La madre comenzó a investigar y encontró al presidente de la asociación, llamado Claudio Galarza. “Me reconoció que habían estado en falta, pero puso como excusa que él se había accidentado y que por un tiempo perdió el control de la gente que integraba el grupo, confesándome que se habían gastado la plata, por lo que los desvinculó de la tarea”. Marchi detectó que el grupo está conformado por familiares de Galarza, por lo que insistió que no sigan pidiendo plata y Galarza le devolvió toda la documentación.
“Antes, descaradamente, cuando les dije que los iba a denunciar, ofreció seguir un tiempo con una nueva campaña, para reintegrarme el dinero que me habían prometido como ayuda y por último quería darme 200 pesos y aparatos ortopédicos que había conseguido y que nunca me los notificó”, indicó.
Para finalizar, Virginia Marchi describió que “yo les dije que no iba a ser cómplice de una chanchada, lo traté de sinvergüenza y opté por denunciarlos, porque de la misma manera que me usaron a mí pueden usar a más gente y no se puede hacer esto con el dolor de una familia para lograr sacarle dinero a gente solidaria”, finalizó la señora damnificada.
