Paraná: rastrean las huellas burocráticas de la dictadura

En la Policía provincial y en el Servicio Penitenciario se hallaron huellas dactilares de desaparecidos y el movimiento de detenidos en unidades penales para ser torturados. “Los genocidas han demostrado que la burocracia siempre deja huellas, y a eso apunta nuestro trabajo. Toda investigación que pretenda reconstruir el pasado debe partir de ciertas hipótesis, que luego deben ser verificadas”, explicó Guillermo Germano, a cargo del Registro Único de la Verdad, que funciona en la esquina de Buenos Aires y Rivadavia, en la planta alta de un conocido bar paranaense.
La tarea del organismo se dividió en áreas: el equipo jurídico, el que trabaja en la apertura de archivos, el que recopila y clasifica la información y el que se aboca a desarrollar la temática en las escuelas.
Otra de las áreas se dedica a la búsqueda de restos de desaparecidos, con la ayuda del prestigioso Equipo Argentino de Antropología Forense. Actualmente, este equipo trabaja en el predio de calles Lebenshon y Pascual Uva de Paraná, denunciado el año pasado como presunto centro clandestino de detención. También se está a la espera de nuevas exhumaciones en otros lugares de la capital entrerriana.
En los archivos de la Policía entrerriana estaban las huellas digitales de los entrerrianos Fernando Piérola y Raúl Caire, posiblemente fusilados en la masacre de Margarita Belén (Chaco) y desaparecidos. El Registro trabaja en coordinación con organismos chaqueños, pero también de Rosario, que está directamente relacionado con el accionar del Ejército en Entre Ríos durante la dictadura.
“Tenemos en nuestras manos todos los archivos de la época del Servicio Penitenciario provincial; lo que nos permite establecer, por ejemplo, cómo la directora de aquel momento de la Unidad Penal Nº 6 –de mujeres–, de apellido Bidinost, permitía que la patota que funcionaba en el Escuadrón de Comunicaciones retirara los detenidos políticos, legalizados, los llevara a tortura y los devolviera a la cárcel”, dijo Germano.
Además, en agosto, el Registro trabajará en la conformación de un banco de sangre de familiares de desaparecidos. Se tomarán muestras de todos los familiares de la provincia, que servirán en el futuro para cotejar con los resultados que haya de la búsqueda de restos.
“El hecho de que la burocracia deja huellas, que es algo lapidario, hizo que se reformule el trabajo de los organismos de derechos humanos en su relación con las administraciones estatales, fortalecido con la caída de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Estamos a tono con la política de la Nación en este tema”, concluyó.

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