Los uniformados llegaron al Volcadero, aledaño al barrio Antártida Argentina y tras ser acercados por los vecinos cirujas que viven en el lugar, se estableció que en el interior de una bolsa de consorcio de color naranja había una gran cantidad de fetos y otros restos, aparentemente humanos.
A simple vista se comprobó la existencia dentro de la bolsa de ocho fetos de distintas dimensiones y sexos. Pese al importante calor no estaban en descomposición.
Un ciruja dijo que “estaban todos amontonados, entre partes de algo parecido a intestinos y partes de grasa o carne”.
“Los médicos de la Policía nos dijeron que eran restos humanos y esto nos impactó”, reseñó el hombre de condición humilde.
No es la primera vez que en el Volcadero se localizan fetos. Pese a que se emprendieron amplias investigaciones nunca se pudo establecer, en la mayoría de los casos, de dónde provinieron, si llegaron de los residuos patológicos de nosocomios públicos y privados, o bien de casas particulares.
En Paraná se ha confirmado que pese a estar prohibido, es usual la práctica abortiva, y cada tanto ingresan a los hospitales mujeres descompensadas por estas intervenciones ilegales y sin la seguridad sanitaria adecuada.
Informado del hecho, el juez de Instrucción Jorge Barbagelata dispuso distintas acciones y medidas al personal de la Dirección de Criminalística.
El magistrado ordenó levantar los restos humanos y los fetos a fin de trasladarlos hasta la Morgue de Oro Verde para que los forenses avanzaran con su estudio.
Los fetos fueron encontrados en el área de residuos patológicos y se estableció a través de los datos aportados por los vecinos y trabajadores de Limpieza que la bolsa llegó el viernes a las 20.
El transporte fue el recolector de residuos patológicos que recorre todos los nosocomios, tanto privados como públicos de Paraná.
Un dato no menor es que los fetos y los restos humanos habían sido sometidos a formol.
En ese marco, se estableció que la bolsa no tenía ninguna inscripción o membrete identificatorio.
Los médicos policiales, a simple vista establecieron que los fetos tendrían un tiempo de gestación de entre cuatro a cinco meses.
Por otra parte, se alertó a UNO que en las clínicas u hospitales es habitual dejar en frascos de formol los fetos producto de abortos espontáneos, y luego de un tiempo de espera de análisis anatomopatológicos son enviados al Volcadero.
A priori los investigadores no consideran estar frente a abortos ilegales, pero más allá de eso, no se descartó ninguna hipótesis y serán corroboradas a través de una profunda investigación policial y judicial.
