
Romero dijo que las críticas políticas hay que tolerarlas porque se vive en democracia. Pero hay una autoridad sanitaria nacional y eso sí no es opinable. “Y el departamento Federación y Chajarí en particular no han sido de las menos castigadas. Sino, al contrario, fue una de las que mayores problemas han tenido por los contagios y hemos tenido que disponer de mayores esfuerzos del sistema de salud”, remarcó Romero a Tarea Fina (Radio Ciudadana FM 89.7).
Además, dejó en claro que la Policía no salió de ningún modo salió a reprimir, sino que fueron a dialogar. Y lograron que los jóvenes volviesen a sus hogares priorizando actitudes educativas a la represión.
Más allá de la norma de derecho penal que obliga a los ciudadanos a no propagar la enfermedad, Romero enfatizó que existen las normas ciudadanas, urbanas y sanitarias donde se recalca la importancia del distanciamiento social mayor a dos metros de persona a persona y evitar las concentraciones.
“Todo esto no tiene un destinatario especial. La conciencia sanitaria es la conciencia que tenemos que tener todos: jóvenes, más maduros y adultos mayores. No hay ninguna culpa especial porque se trate de chicos porque esos chicos tienen hogares, tienen papás, están en medio de una sociedad, pueden adquirir el virus y contagiar a personas que tienen una situación de enfermedad prevalente o son mayores”, expresó.
Romero sostuvo que entendía las ganas de festejar y el cansancio por las medidas en torno a la pandemia. Pero se vive en un mundo hiperconectado donde se sabe lo que pasa en otros países que atravesaron el verano habilitando actividades, incluidas el turismo, hoy están retrocediendo porque la pandemia no está dominada y la vacuna todavía no está. Por ende, recalcó que los mayores no pueden convalidar actitudes de rebeldía en torno a normas de índole sanitaria.