Retamar lamentó que corra riesgos el trabajo en conjunto con el Ejecutivo que habían realizado en los últimos siete días, a diferencia de lo que sucedió con el Concejo donde los ediles no avanzaron en el estudio de las cuestiones planteadas. Dijo que los choferes estaban “sorprendidos y desilusionados”. “Este Concejo deja mucho que desear”, dijo.
Mañana, a las 10, los choferes se congregarán en el palacio municipal. “Vamos a ir a buscar algún tipo de respuesta de parte el Ejecutivo y esperemos tener buenas noticias porque sino la verdad es que se empezaría a complicar mucho”, dijo. Si no se prorroga por decreto la suspensión, la semana próxima los remiseros podrían llevar adelante una medida de protesta, tal como la que tenían prevista la semana pasada pero decidieron transformarla en un “bocinazo amistoso” cuando fueron convocados por el Ejecutivo.
“Somos un grupo de trabajadores que nos manifestamos como nos sale por los puntos que vemos que están incomodando a nuestro sector”, indicó Retamar. Entre los choferes, la única explicación posible a la decisión del Concejo es que se trató de una represalia por los entredichos surgidos en las reuniones que mantuvieron. De hecho, los ediles criticaron la semana pasada en más de una oportunidad a los trabajadores del volante, a quienes les endilgaron una actitud patoteril.
