
El turismo fue el primer rubro en suspenderse y será el último en reanudar sus actividades dado que favorece a la socialización, todo lo contrario al aislamiento social recomendado en todo el mundo para frenar el avance del coronavirus. El representante de los hoteleros dijo que los comercios gastronómicos se pueden “defender algo” con el delivery. “No se puede pensar que se va a ganar algo con un delivery” dijo. Pero más que nada locales chicos. Respecto de los hoteles, Lapiduz dijo que es la primera vez, por ejemplo, en 60 años que el Salto Grande cierra sus puertas.
La gastronomía y la hotelería generan mucha mano de obra. En la provincia trabajan 13.000 personas inscriptas en ambos rubros. A eso se añaden los motomandados, contratados, dee-jays y afines, organizadores de eventos. Todos, a excepción de los cadetes en moto, no tienen trabajo.
El 70 % de los negocios gastronómicos está conformado por inquilinos. En consecuencia, los responsables de los mismos están bajo presión por el pago del alquiler, además de resto de los costos operativos. “Obviamente no vamos a poder”, aclaró Lapiduz.
Desde hace dos meses, el sector hotelero estaba atravesando un buen momento en base a la visita de los uruguayos, favorecidos por el cambio. “Nos estaba dando una relativamente buena temporada”, dijo, teniendo en cuenta que vienen de atravesar cuatro años dificultosos. “No es que veníamos ganando buena guita hace años”, aclaró.
A través de Fehgra, la Asociación Hotelera de Concordia hizo varios pedidos al gobierno nacional, provincial y municipal. Hasta ahora, los requerimientos efectuados en persona al ministro de Producción de la Nación y de la Provincia, Matías Kulfas y Juan José Bahillo respectivamente, no tuvieron respuesta. “Teniendo en cuenta que va a seguir la cuarentena, el pedido no sería otra cosa que algún tipo de ayuda como subsidios o créditos”, señaló.
Lapiduz dijo que quieren cumplir con los sueldos de los empleados. En ese sentido, dijo que en el rubro gastronómico son como una gran familia con sus dependientes y les costaría mucho más tomar decisiones en empresas grandes que son más impersonales. “Yo con las 20 personas que tengo, convivo 16 horas por día”, dijo. El restaurante de Lapiduz, con capacidad para 180 comensales, tiene 22 empleados. Pero admitió que muchos propietarios no van a poder abonar los salarios sin ayuda estatal.
En la región que nuclea la Asociación (Concordia, Federación, Chajarí, San Salvador, Feliciano y Villaguay) hay más de 180 establecimientos hoteleros y gastronómicos. En el radio céntrico de Concordia solamente hay más de 25 comercios asociados. Y otra treintena se ubica en la zona norte: Villa Zorraquín y en la zona aledaña a las termas además de las que están en el interior del complejo mencionado. A ellos hay que añadir los bungalows o departamentos temporales que ofrecen en alquiler pero no están anotados en la entidad.
La crisis abarca a todos por igual. En hotelería: desde los matrimonios de gente que habita casas grandes que ofrecen en alquiler habitaciones en temporada alta hasta hoteles como el Salto Grande con 70 empleados. Lo mismo sucede en el rubro gastronómico: desde rotiserías chicas atendidas por sus propios dueños, que están sobrellevando bien el mal momento por el delivery, la situación hasta establecimientos de 30 empleados como el Bar Ideal.
Hace dos meses, Lapiduz admitió que, para esta fecha, pensaban realizar un evento especial en conjunto con Turismo, denominado “la gastronomía del centro sale a la calle”. Todos los restaurantes y las confiterías iban a colocar mesas y sillas en la plaza 25 de Mayo además de ofrecer espectáculos artísticos. Hoy las sillas solo acumulan polvo, apiladas sobre las mesas, dentro de los locales que permanecen entreabiertos por el delivery.
Quienes piensan en la fecha de salida de la cuarentena deben tener en cuenta que primero debe pasar el pico de la enfermedad en el país que sucedería en mayo, según los especialistas. Y luego deberán esperar aún más. “Mínimamente tenemos que hablar después de julio”, indicó. Siempre y cuando la gente no tenga actitudes transgresoras cuando se flexibilice la cuarentena, desde el lunes 13 de abril, y se tire el esfuerzo realizado hasta ahora por la borda. “En ese caso, no van a ser tres meses: van a ser ocho meses” dijo Lapiduz citando al ministro de Seguridad Buenos Aires, Sergio Berni.