«Ayer demostramos que podemos disentir y discutir, nunca infringimos la ley uruguaya ni lo vamos a hacer. Los asambleístas y vecinos argentinos y uruguayos estamos dando un ejemplo de civilidad y de búsqueda de consenso a los gobernantes que no son capaces de sentarse a dialogar. Tabaré no puede callar de esta forma violenta a su pueblo», argumentó Molemberg. Por ahora, la noticia llegada desde Montevideo en boca de la ministra del Interior de Vázquez, Daisy Tourné, provocó reacciones individuales entre los habitantes de Gualeguaychú preocupados por la instalación de Botnia. Recién podrán discutirlo en conjunto mañana por la noche, cuando la asamblea vuelva a reunirse.
«Doy por descontado que va a haber un fuerte repudio a todo esto. En el ser humano es absolutamente natural repudiar cuando las libertades se coartan tan violentamente», afirmó Pérez Molemberg.
Su indignación fue compartida por Jorge Fritzler, a quien este medio consultó pocos minutos después de que trascendiera, aunque sin demasiados detalles, la decisión del gobierno oriental. «Lo de Tabaré no se entiende. Nos critica por cortar la ruta pero toma una medida que directamente antidemocrática como si lo de Uruguay fuera una dictadura», lanzó el asambleísta.
«Todo lo que viene del gobierno uruguayo nos cae mal. Y esto (por la prohibición) es totalmente desacertado. Somos dos pueblos hermanos tratando de integrarnos y con estas cosas no sólo buscan separarnos, sino que atentan contra nuestros derechos», añadió.
Fritzler adelantó que si finalmente se implementa la veda a las protestas, los vecinos de Gualeguaychú no piensan modificar su «plan de acción» contra Botnia. «Lejos de hacernos retroceder, esto nos afianza. No vamos a quedarnos de brazos cruzados ante semejante violación a nuestros derechos», precisó.
En la misma línea que Pérez Molemberg, dio por seguro que mañana la asamblea repudiará con fuerza el anuncio uruguayo. De todas maneras, espera mayores precisiones.
«Hasta ahora sólo sabemos lo que nos enteramos por los medios, no está claro como va a hacer Vázquez para impedirnos cruzar la frontera. Pero el tema se va a tratar en la asamblea y espero que se vote alguna acción de repudio. No podemos dejar que esto pase como si nada. Incluso tendrían que intervenir organismos de derechos humanos», apuntó.
«Están despertando». También en coincidencia con Pérez Molemberg, Fritzler defendió las acciones que buscan generar lazos con los habitantes uruguayos. «No fuimos a buscar apoyo, como dicen algunos. Fuimos invitados por hermanos uruguayos que están despertando ante la amenaza que implica Botnia», justificó.
Una vez más, las palabras del poder impactan de lleno entre los vecinos. Hace unos días fueron las de Néstor Kirchner, que deslizó que Botnia empezará a funcionar en Fray Bentos, con lo que pareció dar por tierra con el reclamo de relocalización de la planta, esencial para Gualeguaychú.
Hoy, fueron las declaraciones de una ministra de Vázquez las que actuaron como disparador. A uno y otro lado de la orilla, los discursos oficiales contribuyen al mal clima entre los asambleístas.
Fuente: La Nación
