Para el Partido Comunista hay un proceso de destrucción de la escuela pública

El gobierno de la Entre Ríos, desde hace meses viene publicitando que la marcha de la mesa paritaria docente sería una suerte de panacea que vendría a resolver todos los problemas educativos de la provincia, así como un presunto aumento del presupuesto educativo, cuyos resultados docentes, estudiantes y el conjunto de la sociedad sigue aguardando. El conflicto suscitado en la escuela Nº92 “López Jordán” y en la escuela Nº159 “Sarmiento”, y otras que amenazan sumarse, no son mas que una muestra de las políticas educativas iniciadas en la última dictadura, profundizadas por el menemismo y que el actual gobierno nacional no atina a cambiar mas allá de los discursos.
El avance hacia la sanción de una nueva Ley Nacional de Educación, que le da el mismo valor a la educación privada que a la pública y acepta públicamente la injerencia de la Iglesia Católica en la escuela pública, gratuita y laica, sin hacer una revisión crítica integral de la Ley Federal y sus consecuencias, así lo indican. En este proceso se quiere manipular un consenso inexistente, a través de una “participación” ficticia, basada en la desinformación, para intentar legitimar un nuevo fraude a las clases populares.
Asimismo, la situación planteada con las escuelas de la zona noroeste de la ciudad, denota el fracaso de una Ley Nacional de Financiamiento Educativo, que iba a venir a paliar estas situaciones. Mientras se llegue al famoso 6% del PBI en Educación, para el 2008…pocas escuelas para esa fecha estarán en condiciones de continuar dignamente.
El proceso de progresiva privatización de la educación publica y consecuente destrucción de la escuela pública en diversos aspectos, que tuviera un punto de inflexión con la aplicación de la Ley Federal, ha tenido como una de sus caras visibles al actual gobernador Jorge Busti y el brazo político partidario que lo ha llevado reiteradamente al gobierno: el Partido Justicialista.
La política educativa del gobierno provincial se refleja en salarios siempre debajo de la línea de pobreza, un sistema administrativo (PREGASE) que se burla del derecho de muchos docentes de cobrar en tiempo y forma, una obra social empobrecida e inutilizada, docentes trabajando en situaciones edilicias calamitosas y estudiantes que deben hacer lo propio durante un proceso de enseñanza-aprendizaje que, así, se ve severamente amenazado.
En la medida que esta política permanezca inalterable en el tiempo, las escuelas que suspendan las clases, ya no por los paros docentes, sino por la fuerza de situaciones innegables e insostenibles, comenzarán a brotar como las flores en primavera. No se trata solo de malos funcionarios que cumplen mal sus funciones, sino de la política educativa de los sectores de poder que se viene aplicando gobierno tras gobierno.
Los objetivos son concretos: gestión de la pobreza, contención del conflicto social, la idea que las escuelas sea comederos y lugares donde transitan niños y jóvenes privados de derechos humanos esenciales.
La escuela pública está sitiada. Pero toda crisis tiene dos caras. Una apunta a profundizar las miserias de un sistema impuesto por la elite del sistema capitalista; la otra encierra una oportunidad de comenzar a torcer el rumbo hacia una sociedad con justicia, educación y dignidad.
La oportunidad esta en asambleas amplias, verdaderamente democráticas, donde docentes, estudiantes, padres y las organizaciones populares puedan darse un profundo debate sobre problemas inmediatos, las causas estructurales que lo generan, unido a la lucha concreta por una sociedad con justicia, soberanía y equidad.
Desde el Partido Comunista solicitamos al gobierno provincial que el proyecto de Presupuesto Provincial 2007 contemple una reconstrucción real de las escuelas y no parches como ha sido hasta ahora y se aborde integralmente la problemática educativa. Esto requiere, entre otras cosas, pero en primer lugar, una reforma tributaria que grave al complejo sojero, los pooles de siembra y los grandes terratenientes y propietarios de la provincia y se comience un verdadero proceso de redistribución de la riqueza.
Asimismo, hacemos un llamado a un respetuoso debate sobre que educación queremos, donde es necesario contar con todas las voces de la sociedad que anhelan cambios profundos, en pos de un sistema político, educativo, pedagógico y social liberador, que forme hombres emancipados para una sociedad nueva.

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