El titular del ejecutivo municipal de Feliciano, Osvaldo Viano, reconoció (ayer domingo) que había aceptado la renuncia de su Secretario de Obras y Servicios Públicos, Jorge Flores.
En declaraciones radiales, Viano dijo que aceptó la dimisión para reservar la integridad familiar y “el buen nombre” de Flores, pero minimizó las graves denuncias que pesan en el historial de su funcionario.
Por el contrario, el intendente justicialista afirmó que “lo publicado en DIARIO JUNIO responde a los tiempos electorales que corren”, ya que “detrás de esto se encuentra la UCR de Feliciano”.
Vale recordar que Flores aparece como “integrante de una asociación ilícita” que durante los años 2002 y 2003, se dedicaba a robar camiones en el territorio de la provincia de Santa Fé. El hombre de Feliciano habría sido el encargado de falsificar “títulos constitutivos de dominio de automotores” ya que entonces era titular del Registro Automotor de su ciudad. Por esta causa tiene un embargo por diez mil pesos y su libertad es provisoria.
Pero según constató DIARIO JUNIO, esta no es la única causa que pesa sobre Flores, ya que justamente debió renunciar a la seccional del Registro Automotor, luego que hace dos años llegará a los organismos nacionales, la noticia que Flores estaba procesado en una causa judicial.
Otra mancha
Hace aproximadamente dos años, Jorge Horacio Flores dejaba su preciado cargo al frente de la seccional Feliciano del Registro Nacional Automotor, luego que el Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos confirmara que el funcionario está procesado en el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay.
Según la causa Nº 3699 de ese juzgado, el 20 de mayo de 2005 se decretó el procesamiento del titular del registro de Feliciano, atribuyéndole el delito de “falsedad ideológica de documento público”.
En virtud de este hecho, a través del expediente 138036/03, la Dirección Nacional de Registros Nacionales de la Propiedad del Automotor realizó una inspección en el registro de Feliciano.
Luego de las actuaciones internas del organismo, se elevó un informe donde se remarcaba “la inspección realizada en dicha seccional, da cuenta de gran cantidad de trámites de transferencia con cambio de radicación”. Lo irregular es que el registro de Flores daba curso a lo peticionado, “siendo que la unidad (automóvil) transferida, no se correspondía con el tipo de la informada en el certificado dominial”.
En síntesis, se ingresaba mediante formulario 02 (Trámite Cambio de Uso), lo que le permitía adecuar las características del vehículo, “expidiendo una cédula donde se consigna otro tipo de unidad”.
El informe fue tan lapidario que subraya “la cantidad de unidades inscriptos en la seccional”. Un detalle que “permitiría sospechar que se habría procurado la radicación en esa oficina registral, para la seguridad del éxito de la maniobra”. Pasando en limpio, véalo a Flores, que le garantiza la operación.
Por último, la auditoría subraya que “el accionar resulta inadmisible para un funcionario público, en tanto y en cuanto vulnera la confianza que le fuera depositada por el estado en el momento de su designación”.