Para el Indec la canasta de pobreza subió 80 centavos en mayo

A la luz de los aumentos que el Indec informó sobre la nómina promedio de salarios de la economía, tanto en el sector público como privado, e incluso de los trabajadores con menos remuneraciones, como son los que se desempeñan en la informalidad, y de la variación de los precios al consumidor, en la Argentina estarían disminuyendo a ritmo acelerado tanto la pobreza, como más aún la indigencia.
En el primer caso, porque el organismo oficial de estadística informó que en los últimos doce meses anteriores a mayo el valor de la canasta básica total de alimentos y servicios se encareció en sólo 2,6%, equivalente a $25,34, al cotizarla en 1.001,74 pesos.
En ese período el salario mínimo vital y móvil fue elevado en $260 y el haber mínimo jubilatorio en $115, justamente para impulsar el consumo, pero a los ojos de los encuestadores de precios esos ajustes no presionaron sobre la inflación.
Mientras que en el segundo, el efecto habría resultado aún más marcado, porque para el Indec los alimentos básicos que consume una familia tipo bajaron 1,37%, equivalente a 6,16 pesos. Pasó a cotizarse a 443,82 pesos.

Bases de la medición oficial
Destaca el Indec que «la Canasta Básica Alimentaria (CBA) se ha determinado en función de los hábitos de consumo de la población. Previamente se tomaron en cuenta los requerimientos normativos kilocalóricos y protéicos imprescindibles para que un hombre adulto, entre 30 y 59 años, de actividad moderada, cubra durante un mes esas necesidades. Se seleccionaron luego los alimentos y las cantidades a partir de la información provista por la Encuesta de Ingresos y Gastos de los Hogares».
Para determinar la Canasta Básica Total (CBT), se consideraron los bienes y servicios no alimentarios. Se amplía la CBA utilizando el «Coeficiente de Engel» (CdE), definido como la relación entre los gastos alimentarios y
los gastos totales observados.
Tanto la CBA como los componentes no alimentarios de la CBT se valorizan cada mes con los precios relevados por el Índice de Precios al Consumidor.
No obstante, las consultoras privadas consideran que tanto los índices de pobreza como de indigencia se han expandido en el último año, por el doble efecto de que la inflación fue superior al triple a la informada por el Indec, mientras que las variaciones de salarios fueron sustancialmente menores.
Además, destacan que por efecto de la crisis internacional no debe desestimarse el efecto de la disminución del empleo, lo cual contribuyó a aumentar la legión de personas que pasaron a no contar con ingresos regulares para su sustento diario, por lo que deben acudir a programas sociales y ayuda de familiares y de ONG.

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