En primer lugar, Solanas envió su solidaridad a la ciudad y luego aclaró que sus manifestaciones son a título personal. “No quiero que de ninguna forma se involucre ni al gobernador Gustavo Bordet ni al intendente Enrique Cresto”, acotó. De la misma forma, rescató las obras comprometidas como las viviendas para familias que viven cerca del río y elevar la Defensa Sur.
Pero recordó que en Concordia se construyó una costanera nueva y rememoró la figura del fallecido padre Andrés Servín en referencia a la Defensa Sur. De la misma forma, dijo que Frigerio fue irrespetuoso cuando dijo que no se podían enviar $ 20 millones porque se habían llevado $ 100 millones a Santa Cruz antes de que asuman. “Me pareció que ni siquiera ameritaba una expresión en el marco de la terrible situación que están viviendo los evacuados”, indicó.
Para Solanas, las expresiones de la ”sanata” (a la que calificó como un “dicho de la city porteña”) y de la falta de fondos fueron de “mal gusto” y “fuera de lugar” que responden a un “estado de soberbia”. En referencia al gobierno anterior, dijo que “hizo mucho por Entre Ríos”. “Obras enormes y no con ‘sanata’ sino con concreciones”, recogió el guante.
Por ello, dijo que el gobierno nacional rápidamente debe actuar y por ello hoy el bloque de diputados del FPV en el Congreso presentará al Ejecutivo el pedido de declaración de la emergencia hídrica para el Litoral argentino. La presentación tiene como fin lograr un apoyo económico para las familias damnificadas cuando deban retornar a sus hogares. “Yo esperaba ayer que en algún momento dijera que se declaraba la emergencia hídrica y no lo hizo”, sostuvo.
Más adelante, el legislador nacional dijo que esperaba que el gobierno nacional le otorgue a Concordia “rápidamente la mano que se merece en esta situación extrema”. Como antecedente, mencionó lo sucedido en Santa Fe en 2003, cuando el río Salado anegó un tercio de la ciudad. “Recuerdo que los diputados santafesinos le pidieron al Ejecutivo nacional en aquel entonces declarar la emergencia y disponer de un dinero concreto para las personas que debían volver a sus casas Ahí hay una experiencia concreta del Congreso hacia el Ejecutivo y ayer nada de eso se dijo”, señaló.
En tanto, Bergalio dijo que, a los 13 metros, por debajo de la cota 14 lógicamente, son pocas las viviendas de familias que se evacúan a diferencia de años anteriores cuando el número era mucho mayor. “Porque ya fueron reubicadas en otros lugares donde no llegue la creciente”, añadió.
En un informe elaborado por DIARIOJUNIO en octubre pasado, cuando se preveían las complicaciones que iba a generar la corriente de “El Niño”, citando a fuentes de Defensa Civil, se estimaba que actualmente unas 220 familias habitan por debajo de la cota 14. Calle Maipu, enfrente al arroyo Manzores. Ese es el primer lugar que se anega cuando el rio Uruguay comienza a desbordar. Cuando el río llega a los 12.15 metros, se producen los primeros evacuados. En este caso provienen del margen este del arroyo Manzores. Se trata de unas 20 familias ubicadas sobre calle Maipú, desde Salta hasta Montevideo.
A los 13 metros, la franja de evacuados por el Manzores se extiende hasta Coldaroli, abarcando 10 o 12 familias más. Y comienza a afectar a las primeras del barrio Puerto, por acción del río que ya avanza sobre los espacios verdes de la Costanera y anega el Parque Mitre, y del barrio Camba Paso, por el desborde del arroyo Yuquerí.
En tanto, a los 13,50 metros, la cifra de evacuados se incrementa debido a que deben desalojar más familias del barrio Puerto y deben salir las primeras del Belgrano Sur, sobretodo quienes se alojan cerca de la vía muerta, cerca de calles Moreno y Liniers hacia el sur. Además el agua ya cruza las vías por debajo y comienza a ingresar en el barrio Vélez Sarfield. En total, se estiman unas 220 familias por debajo de la cota 14.
En consecuencia, algunas familias prefieren afrontar las crecidas periódicas del río pero vivir cerca del centro de la ciudad y no a varios kilómetros. El otro argumento es la inseguridad que se registra en los barrios de la zona noroeste, adonde suelen ser trasladados.
Bergalio acotó al mismo tiempo que a la altura que llegó el río en esta oportunidad implica el ingreso del mismo en zonas densamente pobladas con casas muy consolidadas y eso dificulta una hipotética erradicación de pobladores en esos lugares. “Pensar en tener toda esa zona sin viviendas, creo que es una obra imposible de hacer en lo inmediato ni en lo mediato”, manifestó.
En cuanto a las obras de infraestructura que falta realizar para evitar crecientes, indicó que no hay demasiado por hacer. Por un lado, estimó como positiva la elevación de un metro de la Defensa Sur pero ello no implica evitar que el agua ingrese a los lugares donde hoy se encuentra estacionada.
Y el único proyecto inconcluso es la extensión de la misma para brindar refugio a los barrios 9 de Julio, ubicado al suroeste de la Defensa, de la crecida del arroyo Yuquerí y a la zona del barrio puerto, al norte del muro de contención.
Asimismo, Bergalio comparó las expresiones del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quien dijo el viernes pasado (y ayer lo reiteró) que no había un peso de ATN para auxiliar a Concordia porque las autoridades anteriores lo gastaron en su totalidad con las acciones del ex presidente Néstor Kirchner quien, en su visita a Entre Ríos, resolvió una huelga docente de 45 días en 2003. “Él llegó con la solución y no preguntó si había fondos o no había ni como había dejado el gobierno anterior: no vino con excusas. Vino con soluciones”, recalcó.
Para la concejal, un presidente de la Nación, “ante la contingencia tiene que llegar y dar respuestas y no buscar excusas con lo que pasó con el gobierno anterior para justificar lo que no puede hacer o lo que sus ministros no pueden solucionar”.
Bergalio agradeció la solidaridad de la gente de distintas provincias que acercó donaciones de todo tipo pero argumentó en favor del pedido de $ 20 millones solicitados por el municipio. En ese sentido, explicó que los camiones municipales, estatales o particulares que se mueven para trasladar los bienes de las personas damnificadas necesitan combustible además del pago de horas extras del personal. “Cuando la gente se empieza a ubicar en los centros de evacuados hay que llevarles muchísimos elementos de limpieza, para alimentarse, asistencia médica. Todo eso cuesta dinero”, dijo. “Estamos hablando de un fenómeno que supera cualquier prevención presupuestaria que se haga”, indicó.
Además el municipio debió hacer frente a gastos no presupuestados cuando, a dos días de asumir, debió hacer frente a los daños que produjo una tormenta. “Hay cuestiones que están malentendidas y por ello no tienen las respuestas adecuadas que deberían tener”, añadió.
De la misma forma, sostuvo que a la ciudad llegaron equipos de salud “espectaculares” que no fueron comprados la semana pasada. “Fueron adquiridos por el gobierno nacional anterior. No es cargar las tintas pero hay que reconocer que no todo está tan mal ni se dejó un país tan mal como se pretende mostrar ahora por la ineficiencia”, indicó.
Por último, Bergalio sostuvo que el tiempo de permanencia del agua es directamente proporcional a los perjuicios que provoca en la estructura de las viviendas. La humedad penetra y por más que después se concurra a limpiar con lavandina, proceder a pintar, blanquear y desinfectar, la humedad después vuelve a salir y es un problema tremendo que puede perjudicar la salud de quienes viven ahí. Lo digo por experiencia propia. Es imposible buscar tratamientos que eviten que la humedad vuelva a salir, especialmente en invierno”, expresó.