En la nota, el ex diputado acusado de haber sido sobornado por el montielismo para impedir el juicio político al ex mandatario, recuerda que “después del desastre de la actividad minera (canto rodado) y frigorífica (Liebig´s); generaciones de colonenses trabajaron para desarrollar con éxito una actividad socio-económica que significara el progreso de esta potencial zona, generando empleo, capacitación, calidad de vida y sobre todo que calificara a la sociedad por la influencia cultural que ésta recibiría.
La ubicación geográfica de Colón, su medio ambiente, el paisaje, sus playas, son las características sobresalientes, donde los pioneros visualizaron incorporarle como valor agregado, hoteles, casino, terma, museo, embellecimiento del entorno, con la calidad humana del colonense.
Esto convirtió al turismo en la actividad rentable de toda la comunidad. Es la Política de Estado alrededor de ella deben girar todas las demás, actividades: obras públicas, desarrollo social, medioambiente, inversión, mejoramiento de calles, limpieza,
iluminación, seguridad, etc. así lo entienden los privados que confiaron e invirtieron en Colón.
Una ciudad: Socialmente solidaria, participativa y segura. Ambientalmente sustentable.
Turísticamente receptiva. Económicamente equitativa.
La actual Política de Estado tiene que ver con el empleo público (no con la generación de trabajo) con el voto cautivo, la dádiva, la falta de diálogo y la improvisación.
No busquemos culpables en los empleados o en algunos funcionarios, ellos no son los que fijan las políticas.
La responsabilidad está en la Política de Estado donde reside el problema.
Como dice el proverbio seguiremos cambiando «el collar, pero el perro sigue siendo el mismo». ¿Hasta cuando?, se pregunta al final de la nota.