“La información oficial respecto a esa reunión no es demasiado clara para saber que es lo que manifestó el gobernador en esa oportunidad”, indicó. Las únicas manifestaciones del encuentro salieron de algunos asambleístas que estuvieron presentes, quienes señalaron su postura a favor de que no se realice el dragado hasta que no se expida el tribunal de La Haya sobre el diferendo que mantiene el país con Uruguay respecto de Botnia.
Al respecto, dijo que se están mezclando cuestiones que “no tienen nada que ver unas con otras”. El dragado del Uruguay no beneficiaria “absolutamente en nada” a Botnia. En cambio, la falta del mismo perjudica “notoriamente” a Concepción del Uruguay que viene haciendo “notorios esfuerzos desde hace muchos años para reactivarse”.
Desde el 2001 que no se draga “en serio” el río. “En ese momento hubo un operativo de emergencia que llegó a tener la vía navegable con un calado de 21 pies. Luego hubo algunos tibios intentos que fracasaron enseguida”, señaló Artusi. Recordó que hay una licitación prometida; los pliegos “están listos” y hay dinero disponible en el presupuesto plurianual de la Nación. “Sólo falta la voluntad política”, indicó.
Respecto de los papeles que mantuvieron los gobiernos en torno a la cuestión, sostuvo que la Nación “lo único que hace es incumplir las promesas” y la Provincia “ha estado prácticamente ausente en esta cuestión”. Sólo rescató parcialmente al municipio, que ha reaccionando “más vale tarde que nunca” y, desde la oposición, aseguró que van a acompañar todos los esfuerzos que se realicen para reactivar el puerto.
Artusi sostuvo que el esfuerzo no debe centrarse únicamente en la Terminal portuaria de Concepción del Uruguay sino en la concreción de una “verdadera hidrovía” del río Uruguay. En ese sentido, apuntó que ayer estuvo dialogando con su par radical, Marcelo López, con quien coincidieron e un proyecto que creen “muy viable”: el puerto en Benito Legerén. “Podría ser un puerto barcacero, multipropósito, que podría potenciar todo el desarrollo de esa zona y, a su vez, articularse con otros puertos”, expresó.
Por otra parte, mencionó que hace poco se anunció un servicio de transporte entre el puerto de Concepción del Uruguay y Montevideo. “Esas empresas van a utilizar un buque de bandera uruguaya, el ‘Coraje’, que es un buque que tiene una capacidad máxima de carga de 34350 tnas. y necesita, con esa carga, un calado de 18 pies”, señaló el legislador. Debido a que navegará con contenedores, no va a cargar hasta su máxima capacidad, porque en ese caso necesitaría el dragado debido a que la profundidad del río es de 16 pies.
El funcionamiento del puerto desde hace varios años está seriamente limitado a barcos que traen combustible –de hecho cuando presentó un proyecto de resolución insistiendo en el tema uno de los buques tanques encalló en uno de los paso críticos- y muy esporádicamente amarran buques de ultramar. “Hace poco salió un barco con maderas hacia España”, puntualizó. El puerto tiene potencialidad para convertirse en salida para la producción avícola, arroz, madera, etc. “Lamentablemente perdimos la cámara de frío que teníamos pero en el futuro puede ser nuevamente colocada para exportar citrus”, detalló Artusi.
El legislador se autodefinió como un “fervoroso defensor del transporte fluvial” no sólo por cuestiones económicas sino también por cuestiones ambientales. “La reactivación permitiría diminuir la demanda de camiones por la ruta 14, y esto tornaría a las rutas más seguras e implicaría una reducción del consumos de combustibles fósiles y de emisión de gases contaminantes”, opinó.
Paralelamente, sostuvo que falta conciencia en los distintos niveles del gobierno para revertir la ausencia de políticas tendientes a recuperar el puerto. “El Uruguay siempre fue la Cenicienta, la hermana pobre, del sistema fluvial argentino. No se le ha visto su verdadero potencial. Como es un río binacional, nunca hubo una política de esfuerzos conjuntos con el Uruguay y los conflictos que hay ahora entorpecen más esta posibilidad”, expresó.
También sostuvo que la ciudad debe hacer una autocrítica porque: “no hemos visto al puerto en su verdadero potencial ni hemos reclamado con la fuerza que corresponde para reactivarlo”.
Por último, señaló que, con la oruga para contenedores instalada recientemente, el puerto “es una joya porque tiene todo lo que necesita: equipamiento, infraestructura y accesibilidad envidiables. Pero no hay como llegar: es una Terminal de lujos en un pueblo sin caminos”.
