El proyecto fue ingresado a la Cámara el día Martes 26 a la tarde, y fue tratado – sobre tablas, vale decir sin analizarlo en comisión – en la sesión del día Miércoles 27, de poco más de media hora de duración. La prueba más evidente de que cuando al justicialismo le interesa aprobar una norma rápidamente lo hace. Otra sería esta provincia si tuvieran la misma rapidez y contracción al trabajo para sancionar normas que promuevan el progreso de los entrerrianos.
Los paupérrrimos argumentos aducidos para justificar este nuevo «pacto fiscal» disfrazado no deben convencer ni a quienes los enuncian. Pero; el Gobernador lo pide, el Presidente lo pide, el Fondo lo pide; hay que levantar la mano rápido, y tener así el «honor» de ser la cuarta provincia argentina que adhiere a este verdadero disparate; que reduce al sistema federal de gobierno a una reliquia a estudiar en los textos de historia.
El Senador Argain fue quizás el más sincero; redujo el problema a una cuestión de «fe» en el Presidente Kirchner y en el Gobernador Busti, como si la política y la economía no fueran construcciones racionales basadas en valores y en la defensa de intereses, sino más bien una especie de religión, en la que tenemos que creer ciegamente en nuestros gobernantes y encomendarnos a sus designios.
La semana que viene, seguramente el Bloque Justicialista en la Cámara de Diputados protagonizará otro papelón, aprobará esta funesta ley porque Busti lo pide, contradiciendo así lo que ellos mismos sostuvieron hace poco al apoyar un proyecto de resolución instando a los legisladores nacionales a rechazar esta norma.
Costará mucho esfuerzo reconstruir el sistema federal argentino, destruido por esta y otras leyes infames, avaladas por parte de quienes antes apoyaron los «pactos fiscales» de los ’90, que en buena medida causaron la crisis financiera de la provincia de Entre Ríos».-