Por paralelo, el informante subrayó que «lo que sí existe es una voluntad de preservar la relación bilateral, ubicándola por encima de esta coyuntura».
Respecto de las afirmaciones cuestionadas, voceros oficiales de la Cancillería remarcaron inicialmente a Télam que «Argentina rechaza cualquier negociación» del Estatuto del río Uruguay».
En ese sentido, reafirmaron «la necesidad de que Uruguay cumpla las normas vigentes, que es lo que ha faltado de la parte uruguaya en los últimos cuatro años».
La Cancillería analizó los contenidos emergentes de la reunión que se realizó ayer en Montevideo entre el presidente Tabaré Vázquez y la conducción del Partido Blanco, al cabo de la cual se difundieron diferentes aseveraciones que hoy Argentina no convalida.
El gobierno de Uruguay dio por cierta, en su página web oficial, una presunta voluntad argentina de avanzar hacia un acuerdo integral para la conformación de un polo ambiental regional, la reforma del Estatuto aludido y la reativación de la Comisión Administradora del río Uruguay (CARU).
«La CARU no funciona por falta de voluntad política de Uruguay, que autorizó unilateralmente la instalación de plantas de celulosa sobre márgenes del río Uruguay», citó la fuente diplomática.
En cuanto a Botnia, el gobierno de Néstor Kirchner dijo que «el comunicado que emitió la empresa el lunes pasado demuestra la falta de voluntad que tiene para colaborar en beneficio del diálogo. En estos días donde no se debe sabotear el clima de diálogo, la empresa presiona con sus declaraciones públicas al gobierno de Uruguay», afirmó el informante de Cancillería.
El gobierno nacional reafirmó hoy, en medio de declaraciones y versiones provenientes de Uruguay, que «el horizonte de salida del conflicto sigue estando puesto en la Corte de La Haya».
A esa instancia del máximo Tribunal internacional se llegó por iniciativa de Argentina, bajo la acusación a Uruguay de haber violado el Estatuto del río compartido «en cinco ocasiones».