La intención de las autoridades municipales es “fidelizar la clientela” y que los turistas vayan a Federación cuando se produzca la reapertura de los parques termales. Miller explicó que se pueden adquirir a través de la página web del municipio por unidad o por grupo familiar. También se las ofrecen a hoteles y agencias de turismo. Los descuentos rondan entre un 25 y un 60 %, dependiendo del paquete elegido. Una entrada para una persona adulta, que en boletería cuesta $ 540, se ofrece a $ 400; para un jubilado que debería pagar $ 350 puede adquirirla a $ 250 y para menores -$ 250 en boletería- vale $ 180 con promoción incluida. A mayor cantidad de días, se incrementa la bonificación.
Pero además el objetivo es generar algún tipo de ingreso a las arcas del municipio. Miller remarcó que deben mantener la infraestructura del Parque Termal. El próximo fin de semana se cumplen cuatro meses desde que cerraron las puertas. “Nuestra actividad está con cero ingresos, cero posibilidad de facturar”, recalcó.
El funcionario recalcó que el Estado nacional, a través de los ATP o el congelamiento de tarifas, y la Provincia, mediante el dictado de la ley de emergencia turística que rebaja algunos impuestos, han paliado un poco el crítico panorama. Pero la crisis es de proporciones dado que no hay ningún ingreso. “Está haciendo mucho daño al sector”, indicó.
Pero no hay ninguna posibilidad de ingresar para disfrutar de las piscinas con agua caliente por estos meses. En junio estuvo el ministro de Turismo de Entre Ríos, Juan José Bahillo, en la ciudad. En esos momentos, se planteaba la flexibilización del turismo dentro de la provincia. En la ciudad esperaban que en las vacaciones de invierno de julio se pudiese habilitar parciamente la actividad. “Con los chicos descansando en la casa, los papás viniesen un par de días a los centros termales”, admitió.
Pero la realidad fue muy diferente: el crecimiento de casos de coronavirus en diferentes ciudades, especialmente en Paraná y Gualeguaychú, ciudades donde ya hay porcentajes de casos de contagio comunitario, además de Chajarí y Diamante en menor medida, echó por tierra esa posibilidad. “La verdad es que no hay una fecha previsible”, admitió Miller. “Entiendo que no, por lo menos hasta septiembre, cuando paso el invierno”, añadió.
Ni siquiera se piensa en habitar las piletas para los locales a pesar de que hace semanas que no se reporta ningún caso en la ‘Ciudad Jardín’. Lo único que han podido llevar adelante es la apertura de algunos atractivos turísticos como El Aromito, la Reserva Chaviyú el Laberinto, el Museo Termal y el de los Asentamientos, para que los vecinos puedan recorrerlos durante el último feriado del 9 de Julio. Para ello debían los visitantes debían inscribirse previamente.
Para amortiguar la caída de la recaudación, el intendente Ricardo Bravo gestionó recursos en diferentes ámbitos. Por ejemplo, logró que se le adelante la coparticipación y cobraron regalías que les estaban adeudando desde Salto Grande. Incluso, se vendieron terrenos. Miller explicó que el Corralón Municipal estaba ubicado en un lugar muy céntrico. Por lo tanto, se loteó y se vendieron los terrenos. Con una parte de lo recaudado se compró otro lugar para la dependencia municipal mencionada y el remanente se utilizó para los gastos que origina la pandemia y el mantenimiento de los servicios.
Pero además debieron ajustar los cinturones: solamente se pagan los sueldos de los empleados municipales y se mantienen los gastos mínimos para solventar el funcionamiento de los servicios esenciales.
En el ámbito privado, Miller lamentó el cierre de una decena de establecimientos dedicados a la actividad turística. “Principalmente hoteleros”, admitió. “Por lo menos se han dado de baja acá en el municipio donde estaban inscriptos”, manifestó. Remarcó que se les hizo insostenible poder solventar el pago de las contribuciones patronales y de los aportes sin ningún ingreso.
Federación sufre como ninguna otra el cierre de la actividad turística. La ‘industria sin chimeneas’ fue el viento que sopló el barco que navegó por un mar próspero durante muchos años. Pero hoy la embarcación encalló en el pantano de la pandemia. Mientras tanto, otras ciudades adoptaban perfiles económicos diferentes apostando a una diversidad de actividades productivas. “En otras ciudades esas actividades se han mantenido y el impacto no es el mismo que tiene la ciudad de Federación. Estamos hablando de un 50 %, 60 % de la actividad económica de la ciudad”, sostuvo.