En efecto, luego de un enfrentamiento absolutamente desproporcionado entre dos países hermanos gobernados por dirigentes con proyectos afines, la cordura comenzó a primar entre los integrantes de una y otra administración política.
Ayer, DIARIOJUNIO publicó declaraciones de uno de los máximos referentes de la cancillería argentina, Estrada Oyuela quien aseguró que antes de recurrir a La Haya existen otras instancias, ahora, quien sale a poner paños fríos es un dirigente uruguayo.
El ministro de educación de aquel país, Jorge Brovetto invitó a nuestro país a “que participe desde ahora y en el futuro en el control de que todos los estándares establecidos internacionalmente se cumplan» y agregó, “si (los estándares) no se cumplen, el gobierno uruguayo se compromete internacionalmente a tomar decisiones, que pueden ser hasta de cerrar una planta». Brovetto es, además presidente del partido gobernante Frente Amplio.
En respuesta a quienes han pedido una mediación internacional para solucionar el conflicto, Brovetto dijo que no cree que haya «mejor mediación que la interna del Mercosur».
En este sentido, el ministro dijo que «no es menor» que el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, haya decidido emprender una gira por la región para explicar la posición de su país sobre la instalación de las dos industrias.
Según anunció Brovetto, Vázquez visitará Brasil, Paraguay, Chile, Bolivia y Venezuela, con ese objetivo, aunque no precisó las fechas en que se realizará el viaje.
Por otra parte, el presidente del Frente Amplio dijo que el Ejecutivo uruguayo considera el Mercosur debe dotarse de una política global de preservación del medio ambiente para toda la región.
“El Gobierno se plantea una política de preservación de medio ambiente en todo el Mercosur en el cual pongamos en juego todos los mecanismos de preservación existentes», indicó.
«No olvidemos que en el Mercosur hay cantidad de plantas que no cumplen los requisitos internacionales», agregó el ministro. No obstante, Brovetto remarcó que «mientras no haya pruebas científicas de que las plantas son contaminantes» su país va a seguir adelante con su instalación.
Es de destacar también que, hoy, Enrique Martínez, Presidente del INTI (Instituto Nacional de Tecnología e Industria), dijo que el conflicto se originó básicamente por falta de información adecuada y aseguró que “con un control claro del tratamiento de los efluentes, la contaminación que producen es irrelevante”.
