En una nota de Sabina Melchiori, periodista de Gualeguaychú, que escribe para Análisis Digital, se cuenta que En el corte de la Ruta Nacional 14, la presencia de la periodista Auli Leskinen, corresponsal en América Latina de la cadena televisiva finlandesa YLE, suscitó el rechazo de muchos de los vecinos allí presentes que protestaban por la instalación de las pasteras. La expresión “esta gente es poca cosa” ofendió a Auli y propulsó su retirada de la manifestación. “Estaba allí como un objeto de blasfemia público”, expresó a ANALISIS DIGITAL la trabajadora de prensa y acotó que “ahora tengo miedo en Gualeguaychú”. Asimismo, calificó de “injustos” a los incidentes y recordó que la perspectiva de la Asamblea Ciudadana Ambiental siempre “tuvo espacio” en sus notas. También señaló que “transmití la preocupación del pueblo a Finlandia de forma permanente”.
Horas más tarde de las agresiones verbales que recibió la corresponsal, Análisis Digital dialogó con la periodista finlandesa. Tiene 44 años, viajó por primera vez desde Finlandia a Argentina en 1985 para cubrir los juicios realizados a los dictadores. Más tarde trabajó como corresponsal durante la crisis económica argentina en 2001, cubrió el conflicto armado en Colombia y trabajó como profesora de literatura latinoamericana. Vivió diez años en Chile donde nació su hijo, Michael Antonio, quien hoy tiene 18 años y reside con ella en Finlandia. Con lágrimas en los ojos expresó:
“Mantengo sola a mi hijo, lo dejo a él para venir aquí a trabajar y es sumamente chocante que te denigren en público, me dolió mucho que no me permitieran presentarme, yo quería decirles quién soy yo, qué hago aquí. Yo estaba allí como un objeto de blasfemia público”.
Aclaró que entendía muy bien que la gente se sintiera desesperada “yo comprendo la agudización de los ánimos porque el conflicto se ha alargado mucho y no ha habido solución política ni técnica y no se sabe cuando habrá, pero por otro lado me parece injusto lo que sucedió porque la perspectiva de la asamblea de Gualeguaychú siempre ha tenido espacio en mis notas y yo siempre he transmitido la preocupación del pueblo a Finlandia”.
La periodista también sugirió que “no deberían poner a todos en el mismo saco, deben separar a Botnia del gobierno finlandés, del pueblo de Finlandia y de los periodistas. Yo represento la voz del gobierno finlandés y mucho menos la de Botnia que es una empresa privada”.
Auli Leskinen dice que le gusta mucho Gualeguaychú porque es una ciudad tranquila, bonita, que tiene derecho a estar orgullosa de su carnaval que es estupendo, que la gente siempre la había recibido bien y que quizás haya sido eso lo que le haya provocado dolor. “Nunca me ha pasado lo que me pasó hoy, nunca me han insultado como periodista, yo nunca he tenido miedo en Argentina como finlandesa, pero yo ahora tengo miedo en Gualeguaychú”, acotó.