España está convencida de que tanto Argentina como Uruguay tienen
voluntad de llegar a un «entendimiento» en el contencioso por la
construcción de una planta de celulosa de la empresa Botnia junto al
río Uruguay, ahora que han logrado recuperar «el clima de confianza».
Así lo manifestó este jueves la secretaria de Estado española para
Iberoamérica, Trinidad Jiménez, en un encuentro con la prensa, en el
que anticipó que ése será posiblemente uno de los temas que el jefe
del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente de
Uruguay, Tabaré Vázquez, tratarán en la reunión que mantendrán la
semana que viene en La Moncloa, la sede del gobierno español.
Vázquez estará en Madrid el martes y el miércoles, día en el que
mantendrá el primer encuentro de carácter bilateral oficial con
Zapatero desde que fue elegido en octubre de 2004. Los dos mandatarios
mantienen unas relaciones «muy buenas» y «muy fluidas», según Jiménez
y se han reunido en varias ocasiones con motivo de cumbres
multilaterales.
España está llevando a cabo una labor de buenos oficios entre Uruguay
y Argentina. El rey Juan Carlos aceptó el papel de facilitador como
propuso el presidente argentino, Néstor Kirchner, y el embajador
español ante la ONU, José Antonio Yáñez Barnuevo, ejerce como
interlocutor entre ambos países sudamericanos.
Según explicó Jiménez, España ha conseguido que ambos recuperen un
clima de confianza para abordar el enfrentamiento.
«España ha tratado de recuperar el clima de confianza que les
permitiera abordar el contencioso», dijo la secretaria de Estado, «y
eso se ha logrado». «Estamos convencidos de que hay voluntad por las
dos partes de llegar a un entendimiento», aseguró Jiménez.
Delegaciones de los dos países ya han celebrado dos reuniones técnicas
de diálogo directo en Nueva York.
El proyecto industrial que impulsa la empresa finlandesa Botnia en la
ciudad uruguaya de Fray Bentos, frente a la argentina Gualeguaychú, ha
provocado un enfrentamiento político y diplomático entre Buenos Aires
y Montevideo que dura ya más de un año. Argentina pide la reubicación
de la papelera, alegando daños medioambientales en la frontera natural
que separa a los dos vecinos. Uruguay se opone.
Las autoridades uruguayas sostienen que la construcción de la papelera
no generará contaminación y que está garantizado el respeto al medio
ambiente, mientras que sus pares de Argentina exigen estudios más
profundos y además acusan a sus vecinos de haber violado el tratado
del compartido río Uruguay al autorizar la construcción de esa
fábrica.
En un principio, también la empresa española ENCE iba a construir una
pastera en Fray Bentos, junto a Botnia, pero posteriormente anunció su
decisión de reubicarla en otra zona del territorio uruguayo.
Fuente: Télam