CARTA ABIERTA A PEPE MUJICA
Querido Pepe:
Te trato así porque somos aves del mismo plumaje, y nadie nos creería si empezáramos con “Señor Ministro”, “Señor Senador”, y esas huecas formalidades.
En un reportaje que tuvo gran difusión en la costa occidental del Uruguay, Vos decías que el MERCOSUR estaba abollado, y con lo de las papeleras lo estábamos haciendo pelotas. Concuerdo con esa reflexión; mejor dicho, con casi todas las que hacés en esa nota, de la que repartí 50 fotocopias entre amigos que no leen. El tema es que algo tenemos que hacer los que debemos mantener la cabeza fría, antes que esto se torne explosivo.
Ya sé que vas a decirme que Busti sobreactúa y saca de quicio a los orientales; es cierto. Pero Busti se apiola que este era un tema importante cuando hacemos la histórica marcha de 40.000 gualeguaychuenses a pata, cinco o seis kilómetros sobre el puente, sin tetrabriques ni choripanes de premio. Allí Busti descubre que se estaba perdiendo muchos votos, único objetivo de su vida política, y empieza a amenazar a los hermanos orientales poco menos que hacerles una guerra con los policías entrerrianos. Olvidate de Busti, no le des bola, al menos ahora trata de aparecer a la cabeza de su pueblo; mal, mintiendo, pero a la cabeza. No demos por el pito más de lo que vale, hermano.
Y te enojás porque el MERCOSUR es un negocio para argentinos y brasileños. ¿Y si te dijera que para Buenos Aires y Sao Paulo? ¿Si te dijera que estoy tan de acuerdo que desde la fundación del MERCOSUR protesto porque es un acuerdo de y para las multinacionales, donde los pueblos estamos al margen? Vos decís, con toda razón, que a orientales y paraguayos los despreciamos argentinos y brasileños. ¿Qué creés que nos hacen a los entrerrianos? Tenemos que hacer un MERCOSUR para la gente del MERCOSUR, pero esto nos excede. O excede el tema de las papeleras. Con toda la razón que tengas, ojo.
Hay hechos reales y concretos, hermano, en los que no podemos errarle. El Uruguay es un río de sus orientales y sus occidentales, de ustedes y de nosotros. Para eso existen acuerdos internacionales.
Y el inicio de la bronca nuestra es que da toda la impresión que ustedes tiraron al mar los convenios, que a ustedes se les antoja o les conviene o lo que sea, que se instalen las papeleras, y entonces no les importa jodernos a nosotros. Yo no puedo creerlo, pero así parece, así da toda la impresión.
Y si a esto le sumás que no cabe ninguna duda, ni la más mínima duda, por lo que dicen los expertos y por lo que se ve en la realidad de Pontevedra, de Finlandia y de Chile, que estas son industrias destructoras, que nos matan literalmente, que joden todos los aspectos en los que uno puede pensar, menos entiendo que hagan semejante desastre sin requerir al menos nuestra opinión. Y ojo: hablo del Frente Amplio, ¿eh? Del troglodita codicioso de Battle ni me acuerdo, no existe, mala palabra. El Frente es otra cosa.
No entiendo, realmente, Pepe: ¿existen multas durísimas pactadas con las empresas para el caso de no dejarlas instalarse en las condiciones que ellas quieran? Si este es el problema, podemos conversarlo.
¿Ha habido compromisos argentinos nacionales para que se avance con las construcciones, y ahora se los niega? ¿Qué pasa, hermano, por Dios?
Por favor, alguien que diga la verdad. Un José decía que ser libres era lo único que importa, aunque tuviéramos que andar en pelotas como nuestros hermanos los indios; otro José nos enseñó para siempre que con la verdad no debemos sentir que ofendemos ni tememos.
Te pido eso, Pepe: que en lugar de seguir esta escalada de insultos y acciones violentas, que terminarán inevitablemente mal, alguien diga la verdad. Y si la verdad es que a los orientales se les antoja usar el Uruguay como quieran, también díganlo. Si Vos lo decís, yo lo creeré. O Tabaré, o Mariana Arana. Pero hasta ahora, me niego a creer que los hermanos orientales nos jodan a los occidentales del Uruguay por unos roñosos dólares y 400 puestos de trabajo.
A tus órdenes, para lo que gustés.
Julio Jesús Majul