«La planta comenzará a operar a mediados de noviembre, yo diría sobre el fin de la primera quincena, fecha en la que se prevé estarán prontas la ciclovía y la segunda toma de agua», dijo a El País el ministro interino de Vivienda, Jaime Igorra, luego de recorrer ayer la planta en Fray Bentos. «Esta fecha está sujeta exclusivamente al cronograma de obra, no a ningún tipo de compromiso con Argentina, sino por la sencilla razón de que no hay tiempo material para que las obras terminen antes», agregó.
El complejo industrial está prácticamente terminado. Menos de un millar de obreros trabajan ahora en obras de caminería y espacios verdes internos. La construcción de la ciclovía que unirá la planta con la ciudad, distante a unos cinco kilómetros, así como la de la segunda toma de agua, insumen el grueso de la fuerza laboral desplegada en la planta.
«Todo el resto ya está terminado. Incluso la planta tiene ya un acopio de madera que le permitirá operar los primeros dos meses», señaló Igorra.
Mientras llega la Autorización Ambiental de Operaciones (AAO), la Dirección Nacional de Bomberos ya extendió su habilitación con una sola observación: la empresa deberá cambiar algunos carteles vinculados a la prevención de incendios que están en inglés por otros con textos en español.
Durante la semana próxima los asesores jurídicos de Botnia se reunirán con los asesores del Mvotma para ultimar detalles en torno al seguro ambiental. Allí se establecerá el monto que tendrá que depositar la empresa como fondo de garantía para la eventualidad de accidentes.
En este esquema, la AAO pasará a depender exclusivamente de la terminación de la ciclovía y la toma alternativa.
«Es posible que se haga un ensayo general, aunque todos los elementos de la planta ya han sido probados y verificados, pero en relación con la producción, la planta ya está terminada», dijo Igorra.
Ayer mismo, la Comisión de Seguimiento de Botnia -germen de la futura comisión de monitoreo que podría ampliarse para incorporar técnicos argentinos- concluyó sus evaluaciones generales sobre la etapa de la obra. La directora de Dinama, Alicia Torres, que preside la comisión prefirió no precisar en qué momento se dará la habilitación final y se limitó a señalar que el permiso todavía está a estudio.
Mientras esto ocurre, los dos gobiernos trabajan en la preparación de la agenda para el esperado encuentro de los presidentes en Chile. Esta semana, según indicaron fuentes de Cancillería, el facilitador español, Juan Antonio Yáñez Barnuevo, podría finalmente fijar fecha para el encuentro de las delegaciones a escasos días de la Cumbre Iberoamericana.
La agenda que tendrán ante sí los presidentes Tabaré Vázquez y Néstor Kirchner hará a un lado los temas más urticantes, y se enfocará sobre los puntos en los que ya existe una marcada coincidencia: el desarrollo del «protocolo verde»; un plan para el desarrollo sustentable en la zona de influencia de la planta, y el compromiso de ambos países de entablar mecanismos de consulta previa para todo futuro emprendimiento sobre la margen oriental del río Uruguay.
El problema del bloqueo, que ha sido el trago más amargo para el gobierno uruguayo, podría persistir en Gualeguaychú un tiempo más allá del acuerdo. Sin embargo, también entre los activistas comienza a hablarse del fin del bloqueo después de las elecciones nacionales del 28 de octubre.