Patiño Mayer sostuvo también que la protesta provocó un efecto negativo en «la sensibilidad de la inmensa mayoría de los orientales». Si bien consideró que «el derecho a la protesta es incuestionable», remarcó que «el corte de la ruta 136 debe cesar ya, por propio interés y decisión de sus protagonistas».
«Mucho más eficaz para hacer oír su voz y sus reclamos sería convocar a periódicas movilizaciones masivas y mantener a los costados de la ruta una guardia permanente que distribuyera impresos con las razones de la protesta», evaluó. (NA)
El embajador argentino en Montevideo, Hernán Patiño Mayer, sostuvo que “la desaprobación de esta metodología de protesta no sólo encuentra sustento en argumentaciones jurídicas, sino también en su manifiesta ineficacia y en el potencial daño que puede producir pensando en la mejor defensa de los intereses argentinos».
Según evaluó, la protesta, que lleva casi tres años «es manifiestamente ineficaz, en tanto que Botnia funciona a pleno, sin que el corte la afecte de manera alguna».
«Por el contrario: la empresa saca claras ventajas de la prolongación del conflicto y del corte, y en alguna oportunidad ha provocado el fracaso de negociaciones que anunciaban un acuerdo entre los dos países, evitando así un eventual control binacional de sus actividades», subrayó.
En una nota de opinión publicada por un matutino porteño, el diplomático señaló además que «el impacto en el costo del transporte terrestre es de ida y vuelta, siendo más gravoso para las empresas argentinas, que exportan casi el doble de lo que lo hacen sus pares uruguayas».
«El turismo es también de ida y vuelta. Las cifras de los últimos tres años demuestran, además, que el turismo argentino al Uruguay ha crecido hasta alcanzar cifras sin precedentes, con lo cual sólo se ha perjudicado a los turistas y viajeros de menores recursos», agregó.
También destacó que «el impacto directo sobre las dos poblaciones limítrofes es también de ida y vuelta, y ha causado daños en algunos casos irreparables a familias trabajadoras».
Reconoció también que «en el caso de Fray Bentos, casi dos centenares de trabajadores vinculados con comercios periféricos del puente han quedado desocupados».
«Sea argentino o uruguayo, para un trabajador la pérdida de su empleo es un agravio a la dignidad que debe lastimarnos, sin distinción del origen de su partida de nacimiento», advirtió.