Hay sectores sociales bien diferenciados que llegan a Concordia desde Salto. Los llamados bagayeros, en rigor, personas que compran aquí (alimentos y ropas baratas) y venden allá, son alrededor de 60 o 70 (según lo dijeron ellos mismos) que viajan dos veces por día (mañana y tarde) y compran c/u alrededor de $ 100 o 120 por cada viaje. Vienen entre cuatro y cinco personas por auto.
Otro sector es el integrado por automovilistas que vienen por cientos a comprar solo combustible : se calcula que una sola estación de servicio (aunque la que más comercia combustible con los vecinos), habría perdido de vender alrededor de 150 mil litros, para las otras estaciones, la venta a uruguayos representa alrededor del 10%. En este rubro específico hay uruguayos que compran aquí y venden allá y otro sector para quienes el negocio, simplemente, es llenar el tanque de sus vehículos a mitad de precio.
Por último, los sectores de clase media y media alta uruguaya que compran vestimenta en argentina no solo por los precios sino por moda y calidad. Se trata de personas con poder adquisitivo que, mayoritariamente compran en negocios de la peatonal y/o del centro de la ciudad. La mayoría de los negocios consultados por DIARIOJUNIO aseguran que alrededor del 50 % de las ventas diarias son a uruguayos “que, además es dinero efectivo, plata constante y sonante” dijeron. Entre ellos, el propietario de un negocio muy conocido de la peatonal comentó que, en un par de fin de semana perdió de vender $ 50.000.
Así las cosas, este miércoles un grupo de comerciantes aseguró que se reunirán con el objeto de plantearse seriamente la posibilidad de “hacer los esfuerzos que haya que hacer para que la ruta no esté más cortada, ni siquiera por algunas horas”. En tanto, los ambientalistas tardíos que acusan de “derechistas” y de pensar “solo en el bolsillo” a todos los que no coinciden con ellos, la semana pasada se enfrentaron con un taxista que simplemente les dijo “Uds me dicen a mí que luchan para que nuestros hijos no sufran dentro de algunos años cuando se instalen las papeleras, yo les digo que por culpa de Uds. mis hijos van a sufrir hoy porque yo no tengo el dinero que habitualmente llevo a mi casa por transportar personas del otro país”.