Ambos gobiernos en conflicto están dispuestos a «ceder» en algunos aspectos de sus posiciones con la finalidad de acercar posiciones y encarrilar la tensa situación.
Pero los cortes de ruta representan un obstáculo que, incluso, la propia Corte Internacional de Justicia de La Haya -donde Argentina y Uruguay dirimen formalmente el pleito- hizo notar en ocasión de un último dictamen.
La Argentina denuncia que la planta de Botnia contaminará a la región y que está siendo construida a partir de que el Uruguay violó el Tratado del río homónimo. Desde el gobierno de Tabaré Vázquez se rechazan ambas acusaciones y se exhiben documentaciones y testimonios que se esmeran por compartir con estamentos del Mercosur.