En una entrevista con radio La Red de Buenos Aires, la primera dama dijo que la controversia está en manos de la Corte de La Haya «por decisión del gobierno argentino y como así lo impone el tratado de manejo conjunto del fronterizo río Uruguay», a la vera del que está a punto de ser puesta en funcionamiento la planta de celulosa.
Además, recordó una charla que mantuvo recientemente con el Rey Juan Carlos, quien le contó que se sentía «muy contento» por «la reinstalación del diálogo entre Argentina y Uruguay», auspiciado por España, pues «no era nada bueno que dos entrañables vecinos estuvieran en esta situación».
El gobierno argentino considera que la papelera de Botnia será altamente contaminante, argumento que Uruguay rechaza.
EFE