Este comunicado se divulgó sólo en Finlandia y tuvo como destinatarios a los accionistas de Botnia, empresa de capitales privados fineses, a quienes se les explicó «las razones por las cuales la planta aún no arrancó», dijo a Télam una fuente de Botnia.
«La planta solo podrá comenzar con su producción una vez que la autorización ambiental, la cual se encuentra en proceso de tramitación, le sea otorgada», puntualizó el comunicado.
Por ese motivo, añadió, «Botnia está trabajando conjuntamente con las autoridades correspondientes a los efectos de concluir con el trámite relativo a la autorización, luego del cual la planta se pondrá en marcha».
La autorización pendiente no es algo estático sino dinámico, ya que se realizan inspecciones y verificaciones permanentes y, a cada paso, se van agregando pruebas para corroborar el buen funcionamiento de todos los procesos que se llevarán a cabo en la planta para el procesamiento de pasta de celulosa, explicó la fuente.
Agregó que si bien en Finlandia están al tanto del conflicto que suscitó la instalación de la planta, fue necesario elaborar un comunicado para informar formalmente a los accionistas el estado del trámite, para que puedan comprender porqué no arrancó.
Botnia es una empresa de capitales privados finlandeses en la cual no hay participación del Estado.
El Estado sólo participa en Botnia como «proveedor» de químicos, a través de la empresa estatal Kemira, aclaró la fuente.