Agregó la misiva que durante el alto en la fabricación «se emitieron gases olorosos, con probabilidad de que puedan producirse episodios cortos de olor en zonas cercanas a la planta y emisiones ocasionales de humo» a causa del combustible empleado en las calderas auxiliares. Asimismo la compañía pidió «disculpas por las molestias que pudiera ocasionar» a los vecinos de la zona» y aseveró que las maniobras «no generará ningún impacto en la salud» de los habitantes.
Con una inversión de 1.200 millones de dólares, la planta tiene una capacidad de producción de un millón de toneladas de celulosa anuales, que son exportadas principalmente a los mercados europeos y asiáticos.
Esta semana desembarcó en el puerto holandés de Verbrugge, la primera exportación de 20.000 toneladas que será distribuida en Francia, Alemania y Finlandia.
Actualmente se encuentra rumbo a China un segundo embarque de 30.000 toneladas, mientras que la semana próxima partirá la tercera exportación de 15.000 toneladas hacia Flushing, Holanda.
Fuente: El País