Además, existían quejas de los afiliados porque tenían que venir a sacar turno un día para que recién a la semana le entreguen el remedio. Actualmente son 1.500 los afiliados que retiran remedios en vía de excepción (son medicamentos que no están dentro del vademécum) y otros 400 llevan remedios sin cargo. “Antes había dos personas solamente para la entrega. Hoy hay cuatro personas para la atención”, dijo.
Esta semana llegarán funcionarios nacionales para ordenar las cuentas. Alonso dijo que se saldarán las deudas antes de fin de año con el firme propósito de “lograr el funcionamiento de todas las prestaciones” con normalidad durante el año 2006.
Indicó que hoy el Pami está pagando “por pequeños porcentajes” y no por la totalidad de los montos de las facturas. La raíz del atraso, según Alonso, se basa en que “se pagó hasta donde dio la partida y no se rindió nunca el resto de la deuda a Buenos Aires”. Por este motivo llegarán funcionarios de Buenos Aires para ordenar el caos administrativo que en total suma 1,6 millones de pesos.
Por otra parte, el nuevo director de la UGL contó que se instrumentó un nuevo sistema de atención al público con el fin de lograr rapidez en la entrega de medicamentos. Dentro de los adelantos para 2006 dijo que se remodelará el edificio de la obra social. “Mañana (por hoy) llegará el gerente de administración para definir la licitación para el arreglo de este calamitoso edificio”, dijo.
Nuevo modelo
Alonso se reunirá hoy con los responsables de las clínicas y sanatorios. En la reunión se trabajará en aspectos relacionados con el nuevo modelo prestacional que la licenciada Graciela Ocaña pretende instalar en el ámbito nacional. Se trata de un sistema donde se contrata con cada uno de los efectores (clínicas o sanatorios) y se paga individualmente a ese prestador.
La Nación pone un piso de atención (una tasa de uso o cantidades) y superado ese uso los prestadores empiezan a cobrar por orden de prestación a valor Iosper. “Es decir se fija una cápita pero superado ese número de prestaciones se paga aparte. El prestador no pierde dinero. Más atiende, más gana”, sintetizó Alonso.
El sistema es nominal. Es decir que cada clínica tendrá determinado no sólo el número de afiliados a atender sino el nombre y apellido de cada uno.
En cuanto a los montos que se ofrecerán en este nuevo modelo, Alonso dijo que se presentará como oferta una cápita de 27 pesos más un peso adicional por la remisión al PAMI de estadísticas sobre atenciones comunes. “Lo que facture por sobre la tasa de uso, lo cobrará aparte. No estamos tan lejos del valor que ellos piden hoy, que es de 32 pesos”, dijo y consideró que el sistema brinda una seguridad a los prestadores y a los afiliados.