El secretario de Hacienda de la municipalidad, Gustavo Labriola, explicó que la prestación del servicio de agua en la ciudad debe ser permanente. Por lo cual, no puede estar atado a una hipótesis de posibilidad de “cobro total de la tasa”. La evaluación del grado de cumplimiento habitual tanto de quienes pagan en tiempo y forma abarca también a quienes lo hacen luego de transcurrido el tiempo límite pagando intereses o mediante planes de pago. “Yendo al fondo de la cuestión, hay un grado de cumplimiento que en realidad que es superior a lo que venia dándose los años anteriores”, indicó el funcionario. No obstante, admitió que “no es óptimo”.
Se puede realizar el mismo análisis respecto del primer bimestre de 2014. De un universo de 40.131 usuarios, 19.269 pagaron antes del primer vencimiento: el 48 %. Y otros 4.948 luego de vencido ese plazo. En total, el 60 % de los contribuyentes pagó antes o después. Y si se suma el porcentaje aproximado de entre un 8 y un 10 % incluidos en planes de pago, la cifra bordea el 70 %. El 30 % restante no lo hizo aún.
En el primer bimestre de 2015, de 40.780 usuarios, 19.909 pagaron antes del vencimiento (48 %) y a ello se suman 3.233 que lo hicieron después. En total, el 55 %. Más los contribuyentes inmersos en los planes de pago, se estima que abonaron la tasa el 65 % del universo total y queda pendiente el 35 % restante. A medida que se corre hacia atrás en el tiempo, los porcentajes de pago mejoran y viceversa.
Desde el municipio explican que hasta que no se cancelen los planes de pago, figuran como dinero no cobrado aunque el contribuyente pague en tiempo y forma.
Si se mide solamente la recaudación, los números elevan los porcentajes. En el primer bimestre de 2013 se esperaba recaudar $ 4.321.551. El dinero aportado por quienes pagaron antes del vencimiento asciende a $ 2.467.847, el 57 %. Pero si se añade lo recaudado luego de la fecha límite de pago, $ 777.969, el porcentaje se eleva al 75 %. Sumado el 8 % de los planes de pago, la cifra llega al 83 % Queda un remanente de un 17 % que el ente intenta cobra por diversos modos. En primer lugar, se produce un reclamo administrativo. Luego ser lleva a cabo la reducción de agua. Si eso no es suficiente, quedan dos instancias más. Por un lado, la extrajudicial y finalmente la judicial.
Respecto de lo que marcan las estadísticas, Labriola indicó que existe un grado de cumplimiento de los contribuyentes que están al día que “se viene manteniendo constante”.
No obstante lo cual, por las medidas que se han tomado como intimaciones o las ordenes de reducción de servicios, hay contribuyentes que regularizan su situación con posterioridad a la fecha de vencimiento. “Eso también es constante”, dijo.
“Si bien no se perciben en la fecha de vencimiento, se lo perciben en el transcurso del tiempo con sus correspondientes intereses. Con lo cual lo que hay es un traslado financiero que en cierta medida no hace más que avalar que el grado de cumplimiento es constante con una tendencia a un crecimiento”, acotó. “Tranquilamente se puede hablar que hubo un grado de crecimiento de entre un 4 y un 5 % en cantidad de contribuyentes como en el monto que se recauda por tal fin”, dijo Labriola.
¿En el futuro, Obras Sanitarias puede sustentarse por sí sola? Labriola respondió mirando al resto de las empresas que prestan los servicios de aguas y cloacas. “Tomemos como referencia a Aysa (Agua y Saneamientos Argentinos S.A.). Tiene una situación muy parecida a la nuestra y necesita subsidios para la prestación de los servicios”, mencionó el secretario de Hacienda.
El funcionario indicó que se puede afirmar que “manteniendo las tarifas con un sentido constante en cuanto a los valores que hoy se están pagando, que son razonables, no es probable que una empresa” pueda autosustentarse. “Insisto no solo Obras Sanitarias de Concordia sino Aysa y otras empresas nacionales puedan autosustentarse únicamente con el cobro de las facturación”, reiteró.
Las tarifas no se han modificado durante el 2014. La última vez que se incrementaron fue en diciembre de 2013. En el Ente aseguran que ya es tiempo de hacer un ajuste tarifario. No obstante, Labriola se manifestó a favor de tratar de mantener los valores tarifarios e incrementar la recaudación avanzando sobre quienes no pagan la tasa.
Hay sectores en la ciudad donde la recaudación llega al 85 %. En ese rango se puede ubicar a grandes rasgos la zona céntrica, desde boulevard San Lorenzo al norte hasta el barrio Almafuerte al sur y desde el río al este hasta avenida Humberto Primo al oeste. También se puede incluir la zona de la avenida Gerardo Yoya (ex Juan B Justo). Pero la recaudación cae a pique en las zonas periféricas. Hay barrios donde el promedio de pago de la tasa ronda el 25 %. Justamente el promedio desciende sobretodo en los edificios, en su mayoría de tipo monoblocks, debido a que no se pueden realizar reducciones ya que las conexiones de agua no son individuales.
Las reducciones del servicio es una de las herramientas para lograr el cobro de la tasa. Primero se realiza un trámite administrativo al contribuyente. “Ante la falta de respuesta hacemos una reducción del servicio y luego hacemos los tramites extrajudiciales que ya le van a generar mayores costos al usuario. Si eso no da resultado, pasa a una instancia judicial”, indicó. El trámite judicial puede finalizar en el embargo de algún bien del titular del inmueble.
Labriola remarcó dos cosas. Una de ellas es las reducciones arrojan un 80 % de respuestas positivas. Pero, como contrapartida, admitió que pueden realizar un número limitado de reducciones de agua por la metodología que esa labor implica. Se trata de una cuadrilla de Obras Sanitarias destinada específicamente a esa función que implica muchas veces romper la vereda para hallar la llave de paso que queda enterrada con el paso de los años.
La otra que solamente llegan a las instancias judiciales en los lugares donde observan “una realidad económica que amerita que esa persona pueda cumplir con el pago y no lo está haciendo”.
Distorsiones
La unificación de los sistemas informáticos que se realiza en la actualidad permite eliminar algunas cuentas que generan distorsión en los números. Cuando Obras Sanitarias se transformó en un ente autárquico, se generaron cuentas correspondientes al municipio. Por ejemplo, cada plaza de la ciudad tiene una cuenta por el agua que sale de las canillas. No obstante, el municipio no se cobra a sí mismo. “Eso va a repercutir en una mejora de los porcentuales”, indicó.