Padre Galarza: “En Concordia hay chicos que andan buscando la comida en los basurales y estamos yéndonos a EE. UU. a reclamar por las papeleras”

El padre Ramón Galarza, conocido en la Capital Nacional del Arroz con el alias de “Moncho”, recordó que “la Navidad es encarnarnos concretamente en la realidad, Jesús vino a salvar a todos”, aseveró al tiempo que comentó: “Hoy escuchaba en otro medio que se habla de las papeleras, pero si vemos, en Concordia hay chicos que andan buscando la comida en los basurales y estamos yéndonos a EE UU a reclamar por las papeleras”, cuestionó.
En este sentido, recordó que se puede ayudar a través de Cáritas aunque se lamentó porque “no vamos a solucionar plenamente el problema pero en Concordia, que estamos en el primer o segundo lugar de pobreza, la Iglesia está haciendo lo imposible. No se da abasto con las donaciones de la gente para ser distribuida”, comentó y aseguró que “las familias, en lo moral, están quebradas”.
Galarza analizó que hay diferencias entre San Salvador y Concordia “porque allá (en Concordia) la realidad es más cruda y acá la gente trabaja, hay una cierta cultura de trabajo, que en Concordia no se encuentra tanto”. Sin entrar en polémicas y sin nombrar a los políticos, el sacerdote dijo que “por otra circunstancia, se va alimentando la cultura del no trabajo, y eso es gravísimo porque Dios quiso que cada uno se gane el pan con el sudor de la frente”, sentenció al tiempo que consideró que “falta iniciativa y motivación, hay chicos en la calle, eso es grave, pero a algunos les conviene eso lamentablemente, pero yo no soy quien para juzgarlos. Dios los juzgará.”

Compartir lo poco

Consultado sobre si la Iglesia debe abrirse a los barrios, Galarza dijo que “todo depende de cómo entendamos y comprendamos a la Iglesia. La Iglesia somos todos, no solo yo cura, todos los bautizados tenemos que estar atentos a la reflexión”.
Puso como ejemplo que muchas veces se le dice a la gente “te vamos a dar, pero vamos a charlar, te vamos a educar, y la gente no viene, ó vos les das una prenda para arreglar o un kilo de azúcar pero le decís compartí la mitad con el vecino y seguro no lo compartió ó lo vendió”.
Por último reflexionó que “la Navidad dice eso, compartir lo poco que uno tiene, como decía la Madre Teresa, es la gotita de agua del mar pero si no la pones es la gota que le falta al mar. Y me parece que por ahí algo podemos poner para compartir porque Dios vino a compartir, esa es la Navidad. Hay mucha pobreza no solo material, la más grave es la otra, la espiritual”.

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