Las peleas en la zona comenzaron alrededor de las 22, a la salida del desfile de carrozas de los estudiantes. Según registró DIARIOJUNIO, diferentes bandas se agruparon en la esquina de calle Gobernador Cresto y República del Paraguay, donde comenzaron las discusiones y luego corridas, gritos y piedrazos que se arrojaban entre los menores. “Un compañero de él llega corriendo a mi casa y me dice que tenían al nene esposado y que le estaban pegando”, contó el adulto, “salí corriendo de mi casa hasta donde me dijeron que estaba, no llevé documentos ni nada y fui con lo puesto…y por eso después me llamaron croto”, lamentó. “Según me contaron él y su amigo, iban caminando y no llevaban ningún elemento punzante, ni armas, ni nada. De hecho, esas fotos que están circulando en todos lados con trinchetas, cuchillitos y demás, si se ponen a pensar son elementos de cocina”, sugirió. “Se ve que el personal policial se quedó sin elementos para embarrar la cancha”.
Posteriormente, “lo levanté y me lo llevé al auto y cuando subo a mi hijo, otro policía habla e insulta por lo bajo y luego golpea el auto como para cerrar la puerta. Yo escuché que hablaron por lo bajo, pero les dije que solo me quería ir de ahí para asistir a mi hijo”, relató. “Te da miedo que te maten al chico porque ellos tienen una 9 mm en la cintura y mi hijo, no. Y yo, como papá, no quiero que pase con mi chico lo mismo que pasó con Sebastián Briozzi”, recordó. De ahí fue a hacer una denuncia penal al Ministerio Fiscal y el chico fue atendido por un médico legista quien confirmó que presentaba golpes en la espalda, en la nunca y riñones y le sacaron el celular por si había filmado algo. “Es fácil darse cuenta porque si mi hijo se hubiera resistido a que lo esposen, le hubieran pegado en la cara, pero lo detuvieron justamente porque no corrió y le pegaron. Yo pienso, si mi hijo hubiera hecho algo, que lo esposen, lo pongan contra la pared y lo lleven a la comisaria. Pero que no peguen”, reiteró.
“Yo sé que no son todos iguales, sé que hay de todo en todas las instituciones y el mismo policía que le pego a mi hijo, era un chico también. Hice la denuncia, no para que pierda el trabajo, sino para que lo calmen para más adelante”, advirtió. “Es importante entender que por ejemplo, en el caso de Sebastián Briossi, estuviera armado o no, no tienen justificativo para pegarle un tiro a quemarropa como lo hicieron”, manifestó. “Es un barbarie. Van a tener que poner agua fría en las fuerzas de seguridad porque vamos a tener otro Briozzi en Concordia u otro Santiago Maldonado en la nación”, lamentó.