El interno no estaba a la vista de la custodia policial sino que se encontraba en una sala en soledad, debido a que padece una enfermedad infecto-contagiosa, debido a que padece de tuberculosis. En cambio, el policía de guardia estaba en la parte externa de la Sala 7. Se desconoce la forma en que pudo evadir la cadena que ligaba una de sus piernas a la cama a la que se encontraba atado, aunque se estima que utilizó una lima. Tampoco la policía sabe de donde extrajo la soga que utilizó para descender por la ventana ya que la que se halló no es utilizada en el hospital.
Gil había llegado derivado del penal el 8 de mayo. El director del Heras, Francisco Martínez, ya había elevado un informe donde destacaba que la custodia no era segura. El interno aprovechó el momento posterior al último chequeo policial, efectuado a las seis de la mañana, ya que debía cada vez que se levantaba para ir al baño, debía ser acompañado por una enfermera y cruzar por delante del uniformado encargado de su custodia.
En tanto, la policía ya efectúo un allanamiento en la vivienda de algunos familiares donde se lo habría visto pero no lo encontraron. No obstante, se descuenta que va a ser atrapado tarde o temprano debido a que necesitará atención médica por su estado de salud.